"Pura buena onda" en el equipo chileno.
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SALZBURGO.- "Put.. Massú que estái lento", le gritó Marcelo Ríos a Nicolás Massú en la práctica del jueves, en la que el propio ex número 9 del mundo estaba -junto a Jorge Aguilar- disputando un tie break contra Hans Podlipnik y Tomás Barrios.
Esta situación, que sacó risas en todo el equipo nacional que observaba la entretenida práctica, fue
un fiel reflejo de cómo vivieron la serie de Copa Davis en la que vencieron a Austria: Con mucha alegría y buen humor, pero además mostrando compromiso y probando tácticas como lo hizo Massú al hacer entrenar juntos a Podlipnik y Barrios, quienes finalmente saltaron a la cancha el sábado en la mañana y estuvieron muy cerca de ganar el dobles a pesar del favoritismo de los rivales.
En el hotel el panorama no era distinto.
En sus tiempos libres los jugadores se reunían, dialogaban y también se relajaban, tal como se podía ver en las redes sociales.
Este tipo de divertidas situaciones se vivieron a lo largo de toda la semana en Salzburgo, en donde un distendido, pero enfocado equipo nacional, estuvo unido en cualquier momento: Iban todos juntos a los entrenamientos, cenaban como familia y hasta los que no jugaban, como Julio Peralta por lesión, estaban muy atentos y ayudando en lo que fuese necesario.
Y hubo dos personas encargadas de que este ambiente no sufriera variaciones. De la mano de un Massú motivador y un "Chino" Ríos muy activo, bromista y preocupado de aconsejar a los jugadores, los tenistas chilenos siempre se sintieron cómodos y estando como en familia.
De hecho, este apoyo y clima de optimismo también se vivió en la adversidad. Christian Garin contó que el viernes en la noche, con la serie igualada 1-1 y él dolido por haber perdido su primer duelo, el ánimo se mantuvo igual. Todos estaban muy motivados y con una actitud como si se hubiesen ganado los dos encuentros, algo que lo ayudó a tranquilizarse.
Tanta era la confianza con la que estaban, que en el entrenamiento del sábado en la mañana, horas antes de que empezara el dobles, las "tallas" no cesaron.
Massú no se cansaba de molestar a Aguilar por su estado físico y, mientras el resto los miraba con una sonrisa, "Manimal" le respondía al capitán levantándose la polera y jactándose de su abdomen más plano y marcado que el del doble medallista olímpico.
Este clima de "buena onda" también lo sintieron los periodistas que cubrieron el evento. Cada vez que salían de una práctica o se cruzaban con ellos en las inmediaciones del estadio o hotel de concentración, se daban el tiempo de saludar y conversar, muchas veces sin ser ni siquiera requeridos.
Y todo no fue sólo actividad, pues si bien el equipo nunca perdió la concentración,
también hubo tiempo para compartir con los familiares. Por ejemplo, Podlipnik estuvo con su señora y Garin con sus padres.
Para conocer también hubo espacio, sobre todo los primeros días de la estadía en Salzburgo, donde algunos jugadores y miembros del staff salieron a recorrer la ciudad austriaca.
Así vivió el equipo chileno estos días en Salzburgo, donde después de varios años esperando, consiguieron volver a la élite de la Copa Davis.