SANTIAGO.- El entrenador del Chelsea, Maurizio Sarri, calificó de "gran malentendido" la situación ocurrida en la prórroga de la final de la Copa de la Liga (ganada por el Manchester City en los penales 4-3) en la que el arquero español Kepa se negó a ser sustituido.
A tres minutos para el final de la prórroga, Kepa sufrió un problema muscular y tuvo que ser atendido por los servicios médicos, por lo que Sarri ordenó su sustitución por el veterano arquero argentino Willy Caballero.
El español, una vez recuperado, se negó a ser sustituido y luego participó en la tanda decisiva de penales.
En ese momento comenzó una secuencia insólita que duró más de dos minutos: Sarri y su segundo Gianfranco Zola pidiendo desde la banda a Kepa que se retire, mientras que el arquero se niega con gestos ostensibles a abandonar la cancha.
Y durante ese tiempo, Caballero, vestido de corto, en la zona de cambios esperando a que se realizase una sustitución que al final no se llevó a cabo, provocando que Sarri comenzara a hacer aspavientos: casi se arranca la sudadera e hizo amago con marcharse a los vestuarios.
"En esa situación hubo un gran malentendido. Creí que tenía un problema y que necesitábamos un cambio. No lo descubrí (que Kepa no estaba lesionado) hasta que el médico me lo dijo en el banquillo unos minutos después", declaró Sarri en la conferencia de prensa posterior a la final.
El arquero a punto estuvo de atajar el disparo de Sergio Agüero y sí detuvo el de Leroy Sané, pero los aciertos de Ilkay Gündogan, el '"Kun", Bernardo Silva y Raheem Sterling dieron el título al City frente a un Chelsea en el que fallaron en la tanda decisiva los brasileños Jorginho y David Luiz.
"Fue un gran malentendido. Pensé que el portero tenía calambres y que no sería capaz de estar en los penales, pero el problema no era de calambres y estaba apto", insistió el técnico.
Preguntado por el momento en el que pareció querer irse al vestuario, visiblemente molesto con la actitud de su jugador, Sarri aseguró: "Solo quería volver a tranquilizarme".
Sobre si Kepa desobedeció sus órdenes, Sarri trató de quitarle importancia: "Él pensó que le cambiaba por un problema físico y él dijo que no tenía problemas físicos, por lo que estuvo bien".
No obstante, "tengo que hablar con él pero solo para clarificar la situación porque es ahora cuando lo entiendo todo bien", admitió.