Nicolás Jarry tuvo revancha. Y la festejó con todo. El grito después de cobrarse "venganza" ante Marcel Granollers fue el fiel reflejo de la felicidad del tenista chileno.
Es que un día después de perder con el mismo rival en la qualy, el nacional tuvo su revancha y lo derrotó en la primera ronda del ATP de Barcelona.
El número dos de Chile ganó en tres sets y tras cerrar el partido a su favor se desahogó con una efusiva celebración y un grito triunfador.
Luego fue a saludar a su rival para posteriormente devolverle el cariño al puñado de hinchas nacionales que había en la tribuna.
Tras esta victoria, la cual la consiguió en su calidad de "perdedor afortunado", Jarry ahora tendrá un desafío muy duro: Se medirá ante el alemán Alexander Zverev, número tres del mundo.
(Gentileza Séptimo Game)