Thiem en su mejor momento.
Reuters
El austríaco Dominic Thiem fulminó en la final del ATP de Barcelona al ruso Daniil Medveded, por 6-4 y 6-0, en apenas una hora y trece minutos y consigue su segundo título desde que comenzó a trabajar con el chileno Nicolás Massú
El hoy 5 del planeta ya había ganado en marzo pasado la corona en
Indian Wells, la primera desde que era asesorado por el viñamarino con quien inició la colaboración a inicios de marzo.Para Barcelona, el doble medallista olímpico no pudo acompañarlo, debido a que tenía agendada la exhibición junto a Fernando González.
Este domingo, con tenis sin fisuras, Thiem logró su primer título en la tierra de la capital catalana, tras perder hace dos años la final ante Rafael Nadal, a quien sacó ahora del camino en las semis.
Y eso que Medvedev -quien sacó del torneo en cuartos a Nicolás Jarry- sorprendió a Thiem con un arranque fulgurante que le sirvió para colocarse 3-0 por delante. El ruso, más metido en pista y con un tenis muy agresivo, conectaba golpes ganadores mientras el austríaco, algo tenso, parecía acusar su papel de favorito.
Pero Thiem tenía un plan: insistir con el revés cortado hasta desesperar a Medvedev, incapaz de contrarrestarlo con sus golpes planos, como en él es natural.
A sus 25 años, el nuevo campeón del Godó se encuentra en plena madurez y se ha convertido en un auténtico especialista en tierra, una superficie donde, cada día que pasa, presenta con más vehemencia su candidatura para relevar a Nadal.
Así, después de ese 3-0 en contra, Thiem encadenó cinco juegos seguidos, que pudieron ser seis si no llega a desperdiciar una bola de rotura para cerrar el primer set.
Medvedev salvó su saque y pidió la asistencia del médico mientras se quejaba de su hombro derecho. Al salir de nuevo a pista, el número 14 de la ATP sufrió más.
Thiem cerró el set con su servicio y le endosó un 6-0 en el segundo. Veinte minutos de vendaval en el que Medvedev, mucho menos bregado en el polvo de ladrillo que su adversario, solo fue capaz de hacerle cinco puntos.