Alisson festeja la apertura de la cuenta.
Agencia Uno
Universidad Católica tenía una difícil misión por delante. Debía vencer a Gremio en Brasil si quería avanzar a octavos de final de la Copa Libertadores. Y no hubo hazaña. Sin siquiera crearse situaciones claras de gol, perdió por 2-0 en Porto Alegre. Pudo haber sido mucho peor.
Con esta derrota, los cruzados quedaron en el tercer lugar del Grupo H con siete puntos. Al menos les queda el consuelo de la Copa Sudamericana.
Un timorato elenco precordillerano salió a refugiarse muy cerca de su área, mirando de lejos el arco de Paulo Victor. El local mandaba sin contrapeso. Movía la pelota sin apurarse y hacía lío cada vez que Everton se animaba a encarar. El primero llegó a los 23'. Tras un largo balonazo, Alisson le ganó la espalda a Juan Cornejo y definió con un sútil toque cruzado ante la salida de Matías Dituro.
La apertura de la cuenta no alteró el trámite del encuentro. Los cambios que intentó Gustavo Quinteros en el segundo tiempo tampoco. La pelota no le duraba nada a la escuadra nacional en el medio y los tres de arriba flotaban como barcos a la deriva. Salvo un tibio remate de Luciano Aued, no hubo peligro para el "Tricolor". Todas las jugadas de Gremio, en cambio, terminaban en las manos de Dituro o en algún cruce providencial de Benjamín Kuscevic.
Pese a la diferencia en el juego, el marcador mantenía la ilusión de la franja. Pero Thaciano se encargó de triturar el sueño. Cornejo perdió la pelota intentando salir por la izquierda, Leonardo aprovechó y puso un centro preciso para que el volante estirase la ventaja a los 75'. Con ese tanto, no hubo más lucha.
Así acaba la aventura del conjunto de Las Condes en el máximo certamen continental. Tuvo ráfagas de buen fútbol y en algún momento parecía cerca de pasar de ronda, pero la derrota con Libertad en casa torció su andar. Hoy no demostró ambición ni fútbol para clasificar.
