Tras las supuestas revelaciones de Claudio Bravo contra algunos jugadores de la selección chilena, en Juan Pinto Durán se vive una mezcla de sensaciones. Por una parte, según El Mercurio, esta no convocatoria del meta generó "alivio en la convivencia diaria", pero otros sentirían "rabia y molestia", ya que seguirían sin entender por qué el arquero "reabrió viejas heridas", al comentar nuevos casos de indisciplina a través de un tercero (el periodista Juan Cristóbal Guarello en la radio ADN).
"Dicho en buen chileno, están emputecidos; era el único que se creía superior a los demás. Se creía el dueño de la selección, con un egocentrismo que molestaba", señalaron al mismo diario.
A pesar de esto, la misma fuente revela que este conflicto ayudó en cierto sentido: "Todo lo que pasó estos días, desde que se supo que Bravo no estaba en la nómina, hasta las nuevas filtraciones, sirvió para que el plantel se uniera junto al técnico y comenzara a pensar solo en la próxima Copa América".
En tanto, Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, también entregó su análisis. "Esta situación le hace daño a la selección. La Roja debe tener una estabilidad y eso parte desde la construcción del cuerpo técnico, los jugadores y los dirigentes", apuntó, agregando que "por supuesto" que tomará medidas.