Chile jugó a gran nivel por momentos.
Twitter Team Chile.
Tras su increíble triunfo ante Brasil, la selección chilena de balonmano se metió por primera vez en la final de unos Panamericanos. El rival que lo esperaba en el partido decisivo era tan temible como el anterior: Argentina, que ya le había ganado en estos juegos.
Dio batalla la "Roja", se ilusionó, pero terminó perdiendo por 27-31 y no pudo asegurar un cupo a Tokio 2020.
Chile partió muy ansioso en ataque. Sin movimientos y dependiendo de alguna individualidad para hacer la diferencia. Los trasandinos aprovecharon y sacaron rápidamente una ventaja de cuatro goles.
Pero el elenco nacional aquietó los nervios y empezó a hacer lo que mejor sabe: mover la pelota. Aparecieron los hermanos Erwin y Emil Feutchmann, también Esteban Salinas y Sebastián Ceballos. Apareció la preocupación en los rostros de los jugadores de la "celeste y blanca". Se fueron ganando 15-14 al entretiempo luego de haber estado por debajo en el marcador.
No le faltó entrega a la "Roja" en la segunda mitad, pero sí consistencia. Dejó de presionar en defensa y se encontró con una enorme actuación del meta Matías Schulz. La suerte tampoco estuvo de su lado. Estrelló tres pelotas en los palos.
Argentina llegó a tener una ventaja de siete, pero en los últimos tres minutos apretó Chile y se puso a tres. Sin embargo, el árbitro cobró un discutible penal que el implacable Federico Fernández no desaprovechó.
El cuadro chileno se quedó sin el oro, pero con el respeto de todo el continente. Luego de estos Panamericanos, y la inédita medalla de plata, nadie mirará de la misma forma a esta dura selección de balonmano.
