El deporte de Rusia, potencia en casi cualquier disciplina, recibió un implacable castigo por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Estará cuatro años sin poder competir en eventos internacionales y se perderá, entre otras competencias, los Olímpicos de Tokio y el Mundial de fútbol de Qatar.
Los rusos ya habían sido sancionados por dopaje y se quedaron fuera de Río 2016. Parecía que lograban dejar atrás ese complejo episodio, pero otro escándalo se terminó desvelando.
La Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA) debía pasar una revisión de la base de datos realizada por el Laboratorio de Moscú. Sin embargo, Rusia decidió suspender esa prueba y cometió una serie de irregularidades. Entregó la información requerida fuera de plazo y, recientemente, la AMA aseguró que la base de datos había sido manipulada.
Según denunció en su informe el Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC), órgano independiente de la AMA, la información entregada por Rusia no es completa ni auténtica.
"Cientos de hallazgos presuntamente adversos" para los intereses rusos desaparecieron. Esa manipulación hace imposible comprobar si 145 de los 298 atletas sospechosos entre 2012 y 2015 efectivamente violaron las reglas antidopaje.
Rusia tiene 21 días para apelar al Tribunal de Arbitraje del Deporte. Sin embargo, la institución pocos veces le ha dado la razón a los acusados de dopaje.
"Queremos sanciones que no se puedan diluir. Le debemos a los atletas limpios implementar las sanciones con la mayor contundencia", declaró la vicepresidente de la AMA, Linda Helleland.
Los que están en duda aún con bandera neutral
Los deportistas rusos podrán ir a competir a Mundiales o citas olímpicas, pero tendrán que hacerlo bajo bandera neutral y el himno de su país no será entonado. Deberán demostrar, además, que nunca han estado vinculados a casos de dopaje.
Así ocurrió en los Mundiales de Doha. Una delegación de 29 deportistas se presentó a la cita. Una de las más destacadas era Maria Lasitskene, campeona mundial y europea de salto en altura. También figuraba Serguéi Shubenkov, campeón del mundo en los 110 metros vallas y quién se quedó con la plata en Qatar.
Sin embargo, trece atletas se quedaron sin ir a Doha por la investigación abierta contra ellos en el marco de la revisión de pruebas antidopaje del Labotario de Moscú.
En la lista estaban Anna Chicherova, campeona olímpica de salto en altura en los Juegos de 2012; Yelena Lashmánova, ganadora del oro olímpico en los 20 kilómetros de marcha en Londres y Yekaterina Koneva, monarca mundial y europea de salto triple.
A ellas se suman, entre otros, Ivan Ukhkov y Svetlana Shkolina, que obtuvieron oro y bronce en los olímpicos respectivamente. Ambos fueron sancionados con cuatro años de suspensión por dopaje.
