Yaya Touré decidió retirarse este año. En su brillante carrera se atiborró de títulos y numerosas distinciones individuales, pero hubo una parte negativa: el racismo. "Soy sensible al respecto porque es algo que me duele todo el tiempo", contó en entrevista con L'Equipe.
El marfileño, que jugó en Barcelona y Manchester City, ni siquiera deja jugar a su hijo por miedo a lo que pueda escuchar.
"Mi hijo quiere jugar al fútbol y quiere convertirse en futbolista, pero le dije: 'No, no puedes hacer eso'. Tengo que aceptarlo y me negué a dejarlo jugar al fúbol. ¿Por qué? Por estas cosas", expresó.
Durante los últimos meses, Italia ha visto condenables actos de racismo contra varios jugadores, entre ellos Romelu Lukaku o Mario Balotelli. Touré no le ve ninguna solución.
"Son imbéciles. Va a seguir. Solo tienes que entenderlo. Hace tres meses estuve en una conferencia y había algunas personas de la federación en Italia que acaban de hablar de ello. Hablé con ellos y de qué hacer a veces con Lukaku o con algunos de los jugadores a los que no les gusta", comentó.
El mediocampista no descartó trabajar con FIFA o con UEFA. "Es chocante porque estamos en 2019. En 2020, 2025, ¿qué les vamos a decir a los jóvenes que vayan apareciendo? No se puede continuar así. Los fans, las personas, son incluso más estúpidos de lo que eran antes", cerró.