Ante la amenaza de sanciones financieras, el dueño ruso de Chelsea, Roman Abramovich, confirmó el miércoles que busca vender al club de la Premier League.
Esto ocurre en medio de la invasión rusa en Ucrania y de las presiones que ha recibido el gobierno británico de incluir a Abramovich en una lista de acaudalados empresarios rusos sancionados.
"En la situación actual, la mejor decisión es vender el club, ya que creo que que beneficia los mejores intereses del club, los aficionados, los empleados, al igual que los patrocionadores y socios del club", dijo Abramovich en un comunicado.
Abramovich indicó que no pedirá que se le paguen las 1.500 millones de libras (2.000 millones de dólares) en concepto de préstamos que hizo al club durante 19 años en los que invirtió para convertirles en uno de los más exitosos en Europa.
Los "Blues" se consagraron campeones del Mundial de Clubes por primera vez el mes pasado, con Abramovich presente en Abu Dabi, tras conquistar su segunda Copa de Europa el año pasado.
"He instruido a mis colaboradores establecer una fundación de caridad en la que todos los ingresos netos de la venta serán donados. La fundación será en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania", cerró.