Inglaterra no brilla, Inglaterra no enamora al espectador neutral, pero Inglaterra está en una nueva final de Eurocopa. Al elenco dirigido por Gareth Southgate lo volvió a salvar un tanto agónico, esta vez de Ollie Watkins, para remontar y vencer a Países Bajos e instalarse en la final.
El domingo su rival será España (15:00 horas). Allí, buscará sacarse la espina que tiene clavada desde 2021, cuando cayó en el duelo por el título en los penales ante Italia en Wembley.
El arranque de la semifinal fue de alto voltaje, y Países Bajos pegó primero. Tras una gran acción individual, Xavi Simons (7’) sacó un potente remate desde media distancia que batió a Jordan Pickford. Era el 1-0 y la promesa de un entretenido partido.
No tardó en reaccionar Inglaterra. El conjunto de Southgate inclinó la cancha y en una acción que armó Bukayo Saka, Harry Kane recibió un planchazo de Denzel Dumfries dentro del área.
El VAR llamó al juez alemán Felix Swayer, que no se había percatado de la infracción, y cobró la pena máxima. Kane (17’) no perdonó y marcó el empate desde los doce pasos.
De ahí en más Inglaterra disfrutó de sus mejores minutos en el torneo, con gran vuelo ofensivo y generando ocasiones para pasar a ganarlo.
Sin embargo, el palo, el meta Verbgruggen y una salvada de Dumfries en la línea, le negaron a Foden hasta en tres oportunidades el segundo.
En el complemento, el ritmo del partido bajó y todo se hizo más predecible. Países Bajos neutralizó las arrancadas de Saka y el vértigo que tuvo Inglaterra en el mediocampo, y así llevó el encuentro a su terreno.
Hasta que en el final llegó el drama. Con el tiempo casi cumplido, Ollie Watkins (90'), que reemplazó a Kane en la segunda parte, recibió un pase de Cole Palmer y tras realizar un giro, sacó un violento disparo que batió al arquero para poner el 2-1 y abrochar el pase a la final.
Inglaterra jugará su segunda final consecutiva e irá por la primera Eurocopa de su historia. Lo que puede ser su primer título desde la Copa del Mundo de 1966, que ganó en casa.