Un verdadero desastre. Así se puede describir lo que ocurrió con el Manchester City de Pep Guardiola ayer en la Champions League.
El elenco inglés le ganaba cómodamente de local por 3-0 al Feyenoord y así rompía una racha histórica de cinco derrotas seguidas. Pero todo se derrumbó. Le marcaron tres goles desde el minuto 75 y el partido quedó 3-3. Guardiola no lo podía creer.
Son seis duelos consecutivos que el City no puede ganar. Cinco caídas y un empate. Números desconocidos para un entrenador español que mostró su peor cara.
Post partido, el catalán enfrentó a los medios y lo hizo como nunca antes:
Con un corte en la nariz y visibles rasguños en su rostro. "Me los hice con los dedos, con la uña. Quise hacerme daño", explicó dejando atónitos a los reporteros presentes.
Los datos del City de Guardiola son dramáticos. Por ejemplo, por primera vez en 61 años que el equipo de Manchester recibe dos o más goles durante seis cotejos seguidos. Además, nunca antes había pasado en la Champions que un club desperdiciara una ventaja de tres goles hasta el minuto 75.
"Contra las cuerdas", resume Marca la situación de Pep y su equipo.
El The Sun sentenció: "Pep se fue rascándose la cabeza mientras desperdicia una ventaja de 3-0 por primera vez y extiende su racha de pesadilla".
Ex futbolistas también se manifestaron. Gael Clichy, otrora defensor que jugó en los ciudadanos, fue claro: "No puedes seguir cometiendo errores individuales. Puedes hacer todo lo que quieras, pero si tus jugadores fallan individualmente... Esto ha sucedido en los últimos seis partidos.
Les falta un líder, un líder fuerte en la retaguardia".
Andros Townsend, ex seleccionado inglés, se sumó a las críticas: "Nunca habíamos visto debilidades defensivas como estas en el Manchester City. No hay excusas".
Pero Alan Shearer, histórico delantero de la selección de Inglaterra, fue quizás el más duro: "Débil, frágil... un desastre absoluto".
El mismo Guardiola hizo una autocrítica tras el empate. Se mostró tocado. "No hace falta decirles nada (a los jugadores). Ellos lo saben perfectamente. Somos frágiles", disparó.
"No sé si es mental. El primer gol no puede pasar y el segundo, tampoco. Estábamos desesperados por ganar y hacerlo bien... lo hacemos bien pero no ganamos partidos. La situación es la que es. (...) Regalamos el partido. Se siente como una derrota", cerró Pep.
Pero el presente puede empeorar. El fin de semana visitará al líder de la Premier, el Liverpool. El City puede quedar nocaut. De perder, los ciudadanos quedarían a 11 puntos de la cima. Demoledor.
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