BEIJING.- Millones de chinos comenzaron este viernes sus viajes para celebrar el Año Nuevo chino, la festividad más importante del país y, en muchas ocasiones, la única oportunidad que tienen sus ciudadanos de reunirse con sus familiares.
Desde hoy y hasta el 21 de febrero, se espera que se produzcan 3.000 millones de viajes, sobre todo por carretera (2.520 millones) pero también por tren (356 millones), la opción estrella para largas distancias, según datos oficiales.
"Tengas dinero o no, en Año Nuevo chino debes volver a casa", dice el obrero Sun Wanzhang en una de las estaciones ferroviarias de Beijing, todas abarrotadas ante el inicio de los desplazamientos para celebrar la entrada del próximo año lunar, el día 28 de enero.
Las aerolíneas también se preparan para recibir un peak de viajeros, con previsiones que apuntan a 58,3 millones de vuelos, así como las navieras, que en este caso esperan gestionar 43,5 millones de trayectos durante este periodo de fiesta, conocido en China como el "Festival de la Primavera".
Lo cierto es que estas colosales cifras ponen a prueba la infraestructura del país, de la que destaca la vasta red ferroviaria, continuamente en aumento y asequible para todos los bolsillos.
Esta época es la única del año en la que se ven comercios cerrados y se paraliza considerablemente la actividad industrial. "La cantidad de pedidos baja hasta un 50%", precisó una de las principales compañías nacionales de reparto de paquetería.
Como ocurre en casi todos los sectores, muchos de sus trabajadores sólo tienen la oportunidad de volver a casa en esas fechas.
"Compramos el ticket con hasta 20 días de antelación (...) Sólo podemos ver a mi hijo en el Año Nuevo chino", explica Oin Yuzhen, empleada de una fábrica de 42 años sentada al sol a las puertas de la estación de tren central de Beijing.
Oin dice que está acostumbrada, pero su situación y la de quienes le acompañan en esta "dulce" espera, como Sun, reflejan el drama de los emigrantes que viven en las grandes ciudades.
"El sueldo de Beijing es mucho mejor que el que puedo ganar en mi pueblo. Allí, ahora mismo, la gente de mi edad no tiene muchas posibilidades de encontrar un trabajo, nadie nos quiere contratar", explia Sun, de 51 años.
Sus pasajes les costaron unos US$10,6 y cada uno de ellos pasará unas 20 horas sentado en vagones que en estas fechas están hacinados, ya que también se venden tiques sin asiento, por lo que es común encontrar a personas viajando de pie en el pasillo o incluso en los baños.
De ahí que cada vez más familias o jóvenes de la naciente clase media decidan optar por otra manera de celebrar la entrada del nuevo año. "Puede que viaje a otro país porque en mi ciudad hace mucho frío y quiero calor", comenta una joven de 33 años procedente de la provincia suroccidental de Sichuan.
La mujer, apellidada Jing y dedicada a los negocios, reconoce que su destino preferido es Tailandia, si bien aún no sabe si viajará sola o con amigos. "Durante estos días será más caro, pero es aceptable. Es difícil tener vacaciones", reconoce.
Como ella, se espera que más de seis millones de personas despidan o den la entrada al nuevo año lunar desde otro país, según un reciente informe publicado por Ctrip, uno de los mayores portales de venta de viajes del país.
Tailandia encabeza la lista de los destinos preferidos por los chinos, seguido de Japón y EE.UU., si bien las visitas a Europa también están en aumento.
Las expectativas de Ctrip reflejan que este "Festival de la Primavera", que, según el horóscopo chino, dará este mes la bienvenida al del gallo, será el "mejor" en cuanto a turismo al extranjero, abriendo la puerta a celebraciones cada vez más alejadas de los tradición.