Héctor Yáñez, El Mercurio
SANTIAGO.- La entrega de información errónea por parte de Clínica Las Condes al mercado a través de los estados financieros por cerca de ocho años está generando revuelo al interior de la firma.
Esto, según indica
"El Mercurio", porque hace casi una semana la clínica informó que durante la implementación de una nueva plataforma administrativa
se detectó en los estados financieros un pasivo no registrado cuyo mejor estimado corresponde a $7.185 millones, que se compone de un exceso en el ingreso contabilizado por interconsultas de urgencia (estimado en torno a $3.500 millones) y un remanente correspondiente a otras partidas en revisión.
A esto se suma una diferencia en el inventario que alcanzaría unos $2.729 millones ocurrida entre los años 2015 y 2016, que no fue "detectada oportunamente". Aparte de eso, también informaron una contabilización en exceso del total de las cuentas por cobrar al sistema público de salud, por diferencias de precios aplicadas a pacientes, cuya mejor estimación es de $2.494 millones.
Lo anterior dio lugar no solo a que la fiscalía abriera una investigación por oficio contra la empresa, sino que una auditoría de PwC y ahora la renuncia de uno de sus directores, lo que evidencia el quiebre en la mesa de la clínica.
A través de una carta enviada al presidente ejecutivo de CLC, Fernando Cañas -y a la que tuvo acceso el medio-, el director Alejandro Quintana no sólo comunica su voluntad de retirarse del cargo, sino que expresa también duras críticas al modelo de negocios de la firma.
"Desde mi posición de director he procurado actuar en todo orden de materias, y durante el tiempo en que he ostentado este cargo, con la debida independencia, diligencia y cuidado, no obstante lo cual advierto permanentemente en el directorio la adscripción a un modelo alineado con un grupo de accionistas cuyos intereses influyen decisivamente en la administración de la sociedad, situación a la cual le atribuyo la seriedad y gravedad suficiente como para motivar mi renuncia", sostuvo en la misiva.
En la carta, Quintana hace explícito un eventual conflicto de interés en el gobierno corporativo: "En mi rol como director he procurado impulsar una profunda revisión al modelo de negocios de Clínica Las Condes, entre otros aspectos en lo referente a la relación entre el cuerpo médico y la administración, a las implicancias de la calidad de accionistas que ostentan los miembros del cuerpo médico ante la necesidad de prevalecer el interés social por sobre los evidentes conflictos de intereses que se suscitan en el gobierno corporativo".
Necesidad de cambios
Además, al comunicarle su renuncia a Grebe, Quintana recuerda que propuso el cumplimiento regulatorio exigido a los gobiernos corporativos a través de la creación de una fiscalía interna e independiente: "Fui promotor de abordar de manera decidida el proyecto en desarrollo que considera la revisión de precios y tarifas vigentes, y promoví la modernización de los estatutos del cuerpo médico".
Con ello, el ahora ex miembro de la mesa directiva de la clínica afirma que buscaba enfrentar y dar solución a los conflictos de intereses, al mismo tiempo que evitar un tratamiento de privilegio a aquel grupo de accionistas por sobre otros.