SANTIAGO.- En punto muerto se encuentran las negociaciones entre Minera Escondida y el sindicato N°1 que se mantiene en huelga desde el jueves 9 de febrero pasado, paralizando la producción de la faena de cobre más grande del mundo, ubicada en Antofagasta.
Pese a que ambas partes han declarado públicamente su intención de sellar un acuerdo que finalice con la movilización, en la práctica las posiciones continúan alejadas y no se avizora que, en el corto plazo, las posturas se alineen.
Esto pese al alto impacto económico que tiene para la compañía -operada por BHP Billiton- cada jornada sin producir. De acuerdo a cálculos del sindicato,
por cada día que la faena está inactiva, la compañía deja de percibir como ingresos cerca de US$20 millones, por lo que en este punto del conflicto que suma hoy su día 16, provocaría ya perjuicios por sobre los US$300 millones, señala
"El Mercurio".
Eso sí, de manera oficial la australiana no ha entregado estimaciones del daño financiero de este conflicto. En conferencia por sus resultados el martes pasado, BHP indicó que "dada la incertidumbre de cuándo se reiniciará la producción, no es posible estimar el potencial efecto financiero".
Fuentes de la industria comentan que, por ejemplo, la decisión de no producir al menos por 30 días de mantenerse la huelga, demostraría la intención de la compañía minera de adecuar el contrato colectivo con sus operarios a la nueva realidad que vive el sector.
El CEO de BHP, Andrew Mackenzie, explicaba en la conferencia por los resultados que la empresa busca un acuerdo que premie la productividad y flexibilidad, pero que también permita asegurar retornos de las cuantiosas inversiones realizadas en la faena.
Estos desembolsos, dijo, permitirían a la faena producir en un grado constante con una baja inversión.
Pero por el lado de los trabajadores tampoco están dispuestos a ceder. Al menos mantener los beneficios actuales ha sido calificado como "intransable" en el proceso de negociación, sumado a que no existan diferencias entre empleados actuales y futuros de la mina, ya que esto debilitaría la posición del sindicato a futuro.
Es así como los trabajadores han profundizado la organización en el campamento. De hecho, habilitaron dos canchas de fútbol en las que en los próximos días realizarán torneos entre los huelguistas. Del mismo modo, ayer un grupo de empleados en huelga trabajaba en el acondicionamiento de la sala de asambleas en el campamento para ver películas, el que se transformaría en el "cine" del campamento emplazado a un lado.
"Es una forma de combatir el ocio. Pero también demuestra que los trabajadores estamos más unidos que nunca y preparados para resistir el tiempo que sea necesario", comentó el vocero del sindicato, Carlos Allendes.
Con anterioridad dirigentes del sindicato señalaron que estaban preparados para, de ser necesario, aguantar hasta dos meses paralizados. La organización se preparó con antelación para enfrentar este proceso, creando un fondo que suma $250 millones, adicional a lo que mantenía en las arcas el sindicato.