SANTIAGO.- Carolina Coppo se convirtió en diciembre pasado en la primera mujer en integrar el directorio de Azul Azul, la concesionaria que administra el club de fútbol de la Universidad de Chile.
La misión de esta abogada es clara: velar por la tradición, los valores y los principios de la casa de Bello al interior de la sociedad anónima, que actualmente controla el empresario Carlos Heller.
La profesora de Derecho Procesal, fanática de la U, comenta cómo han sido estos cinco meses al interior de uno de los clubes más importantes del país, por qué casi no se ven mujeres en la dirección de las sociedades anónimas y su relación con el máximo accionista.
Sobre el estadio, si bien no participa de la comisión respectiva, admite que el lugar sigue siendo el principal obstáculo para concretar el sueño azul.
¿Cómo se gestó su arribo al directorio de Azul Azul?
El rector habló con el decano (Roberto Nahum) y él no estaba disponible para asumir, por lo que inició una búsqueda. Esa búsqueda se concentró en los profesores que son hinchas, no conozco el proceso como se dio en la Facultad de Derecho, pero yo tuve una entrevista con el rector, quien posteriormente me confirmó.
¿Cómo ha sido la experiencia?
Ha sido muy buena, positiva. En relación a la carga de trabajo, es superior a lo que yo imaginé, uno se involucra más allá de ir a la reunión de directorio una vez al mes. Además el mercado del fútbol es una industria, si se quiere mirar como industria, muy particular (…) Ingresé recién en diciembre, pero sí me tocó ver el nombramiento del actual técnico Guillermo Hoyos.
¿Cómo fue recibida?
Yo siento que he sido muy bien recibida dentro de Azul Azul, siento que es un directorio en que se conversan las cosas de manera muy honesta, y en consecuencia mi ingreso fue tomado con sencillez, con naturalidad. Sin perjuicio de eso, hay muy pocas mujeres, lo que es absurdo (...) Pero a las mujeres les gusta el fútbol, siguen el fútbol, saben y juegan en ligas amateur.
¿Por qué a la mujer le cuesta llegar tanto a directorios de empresas?
Ha habido y va a seguir existiendo un cambio de tendencia. Pero efectivamente de acuerdo a los datos estadísticos, la cantidad de mujeres en cargos de directorio en sociedades anónimas abiertas es muy bajo, sobre todo tomando en consideración si está inserta en el campo laboral prácticamente igual que los hombres, aunque yo creo que existe un cambio de mentalidad. En el caso de Azul Azul es distinto, porque yo represento a la universidad que, de por sí, está detrás de la concesionaria, la universidad es pluralista, tolerante, en que se respeta la diversidad.
¿Cuál es el mandato que tiene de casa de estudios en el directorio de Azul Azul?
Hay que velar por los intereses de la universidad. Los intereses económicos están regulados por contrato, y en general el royalty que debe pagar es un tema contractual, pero la labor de los directores que representamos a la universidad es mantener en el club de fútbol la identidad de la universidad. Hay pocos clubes que tengan la espalda de una universidad como la U. de Chile, por la tradición, el peso, los valores, los principios que informan y que impregnan y se inculcan a sus alumnos que los egresados debemos promover, y es necesario que esos valores también se vean reflejados en el club.
¿Y la sociedad anónima ha cumplido?
Yo creo que sí, se ha logrado mantener esta identidad entre la universidad y el club de fútbol. Ahora, actualmente existe un órgano nuevo bajo el alero y promovida bajo la sociedad anónima que es el Consejo Azul, en el cual participan distintos sectores dentro del estadio, abonados, ex jugadores, funcionarios, académicos, alumnos, y existe un proceso de designación. Esta instancia va a ser relevante para afianzar aún más la relación entre la Universidad Chile en el club de fútbol, además de la relación que se va a generar con los hinchas.
¿Esta instancia viene a remediar la poca participación que ha sentido el hincha en el club?
Más que remediar, viene a afianzar las relaciones entre la hinchada y la sociedad anónima que administra el club de fútbol. Lo que hay que hacer patente es que la hinchada sigue siendo del club de fútbol y lo que hay es una sociedad anónima que lo administra con una concesión. Ahora lo que no había ocurrido nunca, y que es lo valorable, es que ha sido la propia sociedad anónima la que ha empujado la creación de este Consejo Azul.
¿Cómo es su relación con Carlos Heller?
Es buena, no lo conocía, tenía ideas respecto de él, quizás prejuicios. Fui muy bien recibida por él, siempre tuvo palabras de acogida hacia mí. Ha habido una relación muy honesta y muy franca, desde el principio le expresé que mi lealtad estaba con el club de fútbol, con la universidad, que iba a defender los intereses de la universidad, y que en ese sentido iba a ser leal con él de que cada vez que no esté de acuerdo con alguna de las decisiones que se estén tomando, iba a dejar constancia.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Lo más difícil ha sido cambiar el sombrero de hincha a director responsable. Antes para los partidos lo pasaba bien, o sea me ponía nerviosa como cualquier hincha, reclamaba. El hecho de sentirme responsable ha sido el mayor cambio. La mayor complejidad y que aún estoy aprendiendo a manejar es pasar de hincha interesada, apasionda quizás, pero no responsable y que en consecuencia uno siempre puede echarle la culpa a un tercero, ya sea al presidente, el DT actual o a los dirigentes (directorio y plana ejecutiva), pasa por eso. Uno ahora entiende lo que significa cuando un equipo pierde, lo que significa recuperarse durante los primeros días de la semana, y empezar a preparar el partido siguiente.
¿Cómo analiza el presente del club?
Muy positivo, yo creo que el actual técnico y su equipo, y que también va asociado a una serie de cambios que se hicieron en la dirección de Azul Azul, y el trabajo conjunto de todo el equipo humano que trabaja, ha logrado levantar a un equipo que estaba desmoronado después de campañas como las que tuvimos el año pasado. Este proceso, que ha sido bastante rápido, el director técnico y su equipo ha afectado una recuperación espiritual, moral y psicológica. Se nota una mayor fortaleza mental que les ha ayudado a mejorar en lo colectivo e individual. Aunque el trabajar tiene que ir más allá de ser o no ser campeones.
¿Estadio propio o ganar la copa Libertadores?
Prefiero el estadio propio. Pienso que la hinchada de la U necesita un estadio propio, el Estadio Nacional funciona, pero es un monumento nacional y en consecuencia no se puede hacer mejoras, cada arreglo que se efectúa requiere de un montón de permisos, pero creo que también es algo más permanente.
¿El tema estadio está congelado?
Se está trabajando, hasta ahora según tengo entendido el tema ha sido el lugar.