SANTIAGO.- Un caso de espionaje -cuyas motivaciones, magnitud y duración, hasta ahora, se desconocen- fue lo que sufrió la
Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), el mayor gremio industrial del país, y Empresas Carozzi. El hecho remece el mundo privado.
Según revelaron y confirmaron altas y distintas fuentes del gremio, uno de los afectados por esta situación es el propio presidente del gremio, Hermann von Mühlenbrock. También fue víctima de este hecho el primer vicepresidente de la organización, José Juan Llugany, consejero electivo de la Sofofa en representación de Empresas Carozzi.
El caso quedó al descubierto en los últimos días, pero se arrastraría desde hace varios meses y se sospecha de la participación de "profesionales" por los métodos empleados.
Según informa La Tercera, desde hace un tiempo la dirección del gremio tenía sospechas sobre hechos irregulares que ocurrían con información confidencial. Una situación similar ocurría en Carozzi, donde se contrataron servicios de una empresa de investigación privada Profacis, la que tras una exhaustiva investigación había encontrado un micrófono en la oficina de un director de Carozzi, José Juan Llugany, actual vicepresidente de la Sofofa.
Tras estos hechos, la Sociedad de Fomento Fabril decidió contratar a la misma empresa, la que dio cuenta del hallazgo de un aparato instalado en una de las esquinas de la oficina de Von Mühlenbrock, que se trataba de un equipo que cumplía la función de grabar audio y video y que se activa por medio de un celular de prepago.
Esta situación se conoce a sólo cinco días de las elecciones que debe desarrollar el gremio industrial, cuyo único candidato para suceder a Von Mühlenbrock es Bernardo Larraín Matte.
Se espera que durante esta mañana, el abogado que representa a la Sofofa, Juan Domingo Acosta, uno de los mejores profesionales penalistas, presente una acción judicial para poner en conocimiento a la Fiscalía de este caso.