SANTIAGO.- "A los que nos gusta la historia, siempre hemos fantaseado con la idea de haber vivido un momento paradigmático... y la verdad es que ahora estamos viviendo uno, en donde se están dando una serie de transformaciones muy, muy profundas, de forma muy vertiginosa y que afectan a todas las economías, industrias, sectores y países del mundo". Se trata de la revolución 4.0.
Así introduce Martín Padulla, sociólogo fundador y director de Staffing América Latina -que visitó Chile en el marco de un seminario de Adecco-, el fenómeno también conocido como la cuarta revolución industrial, en donde la tecnología, la digitalización, la robótica, la inteligencia artificial, el big data, la nanotecnología y la computación son los nuevos protagonistas de la economía.
"En los últimos 20 años vamos a asistir a transformaciones más profundas que en los últimos dos siglos", aseguró Padulla a Emol, además de recalcar que el futuro del mercado laboral tanto en Chile como en el mundo "requiere un ambiente de negocios y talentos 4.0" porque, como toda revolución industrial, "habrán puestos de trabajo que no existirán más, de hecho algunos ya tienen certificado de defunción".
Los primeros trabajos amenazados
Sin ir más lejos, Andrés Freudenberg, director del Magister en Capital Humano de la Universidad Mayor, se refirió a la nueva Línea 6 del Metro de Santiago, en donde no hay ni conductores en los trenes ni boleterías con personal humano.
"Chile es uno de los países de la región que más avanzado está, que ya está subido en el carro", apuntó Freudenberg e hizo referencia a una serie de labores que ya están siendo sustituidas por máquinas y tecnología: call centers; cajeros de bancos, supermercados y peajes; cocina de alimentos en restaurantes; pesaje de panes, frutas y verduras; limpia vidrios en edificios; counter de aeropuertos; entre otros.
3,2 millones de empleos pueden ser automatizados en Chile
Así, según el académico, "como toda revolución industrial, vendrá una primera etapa donde habrá un efecto directo en el empleo y se perderán puestos de trabajo y no estoy hablando de que será en 10 o 15 años, yo creo que en cinco esto va a pegar".
De hecho, según un informe elaborado por McKinsey Global Institute, dentro de 30 años la mitad de los trabajos que realizan los chilenos será ejecutado por máquinas y robots, de esa forma se estima que 3,2 millones de empleos pueden ser automatizados.
Los desafíos de Chile en la revolución 4.0
"Como la misma evidencia empírica nos demuestra, también se crearán otras nuevas áreas de trabajo, en donde habrá una demanda muy alta de otro tipo de habilidades, fundamentalmente tecnológicas y digitales", subrayó Freudenberg.
En esa línea, para Padulla, el mayor desafío es promover la alfabetización digital y diseñar programas de formación continua en donde haya una dotación de mayores habilidades y competencias para los trabajadores, porque "la revolución 4.0 requiere de mercados laborales modernos, dinámicos e inclusivos, donde se requiere un profundo cambio cultural".
"Lo primero que le diría a Chile para que enfrente esta revolución es que enfoque todas las energías en crear más y mejor capital humano. Que califique a sus jóvenes desde ya. Que esté muy atento a las posibilidades que ofrece la tecnología, modernizar el mercado laboral para hacerlo más dinámico y promover el idioma inglés", indicó el sociólogo.
Para la directora de SmartLab de la Universidad del Desarrollo, Nicole Forttes, a nivel local sí estamos sobre el carro de la nueva revolución, "pero aún no hay nada muy concreto ni existe una visión a largo plazo a nivel país".
De hecho, "en los programas de los candidatos presidenciales, no existe ninguna declaración concreta respecto a cómo la tecnología va a influir en el hecho de que habrán oficios que desaparecerán en pocos años más (...) no sabemos cómo Chile se hará cargo de eso ni de esas personas que quedarán sin trabajo", argumentó.
"Tenemos que hacer el cambio de switch y comenzar a reinventar los empleos actuales que ya las máquinas pueden efectivamente hacer, Debemos empezar a calificar más a las personas y prepararlas para cuando la revolución pegue", enfatizó.