Donald Trump y Xi Jinping
AFP
BEIJING.- La actual
tregua comercial entre China y Estados Unidos no evitará "la rivalidad" entre las dos potencias, pero sí una guerra fría alentada desde la derecha estadounidense, aseguró un experto oficialista chino.
"La guerra comercial acabará a mediados del año que viene", adelantó el vicepresidente de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin, Jin Canrong, en una rueda de prensa en la que repasó las relaciones sino-estadounidenses.
El profesor destacó que el encuentro en Buenos Aires entre el presidente chino,
Xi Jinping, y el estadounidense,
Donald Trump, en el que pactaron la suspensión de la imposición de nuevos aranceles durante 90 días -mientras continúan las negociaciones- fue "positivo".
"La reunión envía un mensaje: ambos continuarán su rivalidad pero evitarán una guerra fría que la derecha estadounidense parece querer", aseguró.
En su opinión, la clave del éxito de las futuras conversaciones para buscar una salida a la guerra comercial será que "China estará en una mejor posición que EE.UU. a nivel económico" el próximo año, lo que provocará que Washington sea "más razonable" en sus demandas.
Recordó así que el impacto de las disputas comerciales ha sido, de momento, insignificante para China -las exportaciones del gigante asiático al país norteamericano crecieron un 8,7% interanual en octubre-, mientras que los más afectados están siendo los granjeros estadounidenses.
Pese a que todos los pronósticos apuntan a una ralentización de la economía global, incluida la china, Jin auguró que Beijing afrontará mejor que Washington esta situación porque "EE.UU. no tiene ahorros", y consideró que el problema de la deuda en el país asiático "no es serio".
"Me preocupa esta cuestión porque es innegociable (...) Espero que (EE.UU.) se contenga o será extremadamente peligroso" si no respeta el principio de una sola China".
Jin Canrong
"
EE.UU. está nervioso por el enorme crecimiento logrado por China en los últimos 40 años con el proceso de reforma y apertura", dijo en referencia a las reformas económicas -también conocidas como el "milagro chino"- que en cuatro décadas lograron transformar el país hasta convertirlo en la segunda potencia económica a nivel mundial.
Las tensiones entre las dos potencias son "naturales" porque se han convertido en economías interdependientes, explicó, y demuestran que EE.UU. ha dejado de subestimar a China para considerarla como "su principal competidor".
"Nos llevará un tiempo adaptarnos a la nueva situación. El problema es que EE.UU. no está dispuesto a reconocer los derechos de China y quiere que sigamos sus reglas. Por eso EE.UU. muestra frustración", valoró.
Mientras que las perspectivas sobre el fin de las fricciones comerciales son positivas, advirtió de que otros asuntos seguirán creando tensiones entre Beijing y Washington, entre ellos Taiwán.