SANTIAGO.- Reforzar el control en los procesos de elaboración del vino por medio de una mejora en la fiscalización de la ley de Alcoholes
con el fin de evitar mezclas fraudulentas y asegurar la transparencia del mercado, es la medida que están impulsando desde el Ministerio de Agricultura.
Según cifras de cartera, en las regiones Metropolitana, O´Higgins y Maule habría entre 250 y 300 millones de litros de vino que eventualmente podrían contener una mezcla ilegal y los responsables no han sido sancionados. "Venimos a zanjar un tema muy importante para la industria vitinícola nacional, que es la mezcla ilegal que se hace entre la uva vinífera y la uva de mesa"", sostuvo el ministro de Agricultura, Antonio Walker durante un encuentro con representantes del sector vitivinícola en la Región del Maule ayer.
"Estamos anunciando buenas noticias para el sector, un paquete de medidas que va a adoptar el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y el Ministerio de Agricultura para asegurarles a los productores de uva vinífera de Chile que el Gobierno va a velar por la transparencia de los mercados", añadió.
En la práctica, una de las medidas será la obligación de todas las empresas que vinifiquen uvas, declaren ante el SAG cada temporada su condición de bodega elaboradora de vino de cepajes tradicionales, de vino con uva de mesa y de ambos tipos. "Así el organismo tendrá disponible un registro claro y transparente de las bodegas según el tipo de vino, permitiendo un mejor control y trazabilidad respecto de la materia prima empleada en la producción de esta bebida", señaló Walker.
Adicionalmente, agregó, "las bodegas que hagan vino con uva de mesa deberán dar aviso al SAG al menos con 48 horas de anticipación, cada vez que efectúen recepción y molienda de uva", mientras que otras de las medidas será la exigencia de una "denominación geográfica de uva de mesa".
Agua de Vino
El secretario de Estado también se refirió al requerimiento de rebajar el actual 7% de agua permitida en los vinos, para eso -detalló- que la comisión agilizadora de normativas del SAG y su mesa técnica comenzarán a trabajar a principios del mes de enero, revisando las distintas propuestas de modificación al actual porcentaje de agua empleado en la elaboración de vinos.
"A partir de 1 de enero iniciaremos una conversación con todos los gremios y el sector privado, para ver cómo vamos a modificar el reglamento 78 que habla y dice relación con la utilización por parte de la industria chilena de un 7% de agua en el vino", precisó.
En ese sentido, concluyó afirmando que "hemos tenido algunas conversaciones y creemos que este tema lo tenemos que zanjar en el más corto plazo posible, porque existe una dispersión de opiniones muy potente".