DAVOS.- En medio de los nevados Alpes suizos, hoy comienza el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, que cada año reúne durante unos días a empresarios y políticos para discutir sobre los problemas más importantes de la actualidad.
Esta reunión que abre de manera informal el año político y económico a nivel internacional, en la edición de 2019 tendrá como temática la "Globalización 4.0: definiendo una arquitectura global en la era de la cuarta revolución industrial".
En Davos se reúnen 3.000 participantes, entre los que habrá más de 60 jefes de Estado y de Gobierno, un centenar de autoridades ministeriales y dirigentes de las compañías más influyentes de una veintena de industrias.
Algunos participantes tienen, sin embargo, la impresión de que "el liderazgo político de alto nivel está ausente este año".
En esta ocasión, el panorama es diametralmente distinto a los años anteriores, después de todo, los problemas de inestabilidad, ruptura y aislacionismo han obligado a los líderes de Francia, Reino Unido y EE.UU. a quedarse en sus países.
La ausencia del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de su delegación oficial, representa una situación inédita en casi medio siglo de historia del Foro de Davos.
El presidente ejecutivo y fundador del Foro, Klaus Schwab, ha reconocido que existe un "gran nivel de incertidumbre" generalizada, porque "la gente se siente insegura y ya no cree que el mundo de mañana será mejor que el de hoy".
El cambio climático será uno de los asuntos más importantes de la edición 2019, en la que la posición escéptica será asumida por el actual Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ha amenazado con retirar a la economía más grande de Sudamérica del Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
Latinoamérica será una de las regiones mejor representada en cuanto a jefes de Estado, donde los Presidentes de Colombia, Ecuador, Costa Rica, Perú y Paraguay asistirán a Davos. Por Chile, acudió el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y el titular de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.
Las élites en Davos
En 1971, el ingeniero y economista alemán, Klaus Schwab, fundó el Foro Económico Mundial, tras ser inspirado para crear una organización para hacer un mundo mejor, tras su infancia durante la Segunda Guerra Mundial.
La adhesión al foro va de US$60.000 hasta los US$600.000, los que permiten a los representantes de las empresas participar en Davos y en otras reuniones el resto del año.
"Davos y su naturaleza global son más necesarios que nunca para propiciar el entendimiento mutuo, en un mundo que no necesariamente comparte valores comunes, pero sí intereses comunes", dijo Schwab.
El Foro lleva al menos dos décadas advirtiendo que "el exceso de globalización nos llevaría a una situación de desequilibrio y desigualdad", la cual "no era sostenible sin responsabilidad social", consignó el fundador del foro.
Sin embargo, también existen voces contrarias que señalan que "Schwab tiene la firme convicción de que hacer que la gente hable entre ellos es un objetivo que justifica casi todo", afirmó Oliver Classen, de la ONG Public Eye, que participó en manifestaciones y campañas contra el foro.
"Lo que no se da cuenta, es que cuando la gran mayoría de esa gente tiene intereses comerciales, es para hacer negocios y nada más", sostuvo Classen.
