SANTIAGO.- Tras el cierre de las empresas de zapatos Albano, Beba y de la fábrica de Guante, el panorama del sector parece estar en declive y los datos del gremio del calzado apuntan a altos costos de los salarios, invasión de productos asiáticos y declive de la producción interna.
El costo de mano de obra en Chile supera no solo al de China, sino que también al de los de los principales productores de Latinoamérica, como Brasil y México, países competitivos a nivel mundial.
Los costos de mano de obra por hora, que incluyen leyes sociales, vacaciones y seguros, de los trabajadores del calzado de Brasil son US$3,1, de China US$3, de México US$3,2, de Vietnam US$1,8, mientras que en Chile alcanza los US$7,5, de acuerdo a la Cámara de Industriales del Cuero, Calzado y Afines (Fedeccal).
El mercado de los zapatos en Chile "tuvo un cambio el 2010 cuando comenzaron a entrar los productos chinos luego del tratado firmado con el gigante asiático. Esto trajo un aumento en la entrada de zapatos importados a menores precios, junto con un aumento en la demanda", señaló la gerente de Estudios de la CNC, Bernardita Silva.
Lo anterior coincide con el análisis de Fedeccal, que contempla que el aumento de las importaciones de calzado proveniente de Asia ha golpeado fuertemente a Chile, donde, a partir del 1 de enero de 2010, el calzado, principalmente de origen chino, ingresa sin barreras y sin gravámenes de internación.
En este escenario las grandes industrias del calzado intensivas en mano de obra desaparecieron en su mayoría, y en su reemplazo han emergido una cantidad importante de empresas de menor tamaño.
61%aumentó la importación de calzado en diez años.
Asimismo, según el gremio, las grandes empresas que pudieron adaptarse, han sobrevivido con desarrollo tecnológico, innovación, gestión, internacionalización y un perfeccionamiento permanente de sus recursos humanos.
"Hoy el mercado chileno del calzado se encuentra atiborrado de productos provenientes de 89 distintos países y para ganar un espacio como proveedor de calzado nacional, hay que competir con una enorme cantidad y variedad de productos de diversas calidades y precios", manifestó Fedeccal en un comunicado.
Desde el gremio consignaron que se observa una fuerte presencia de empresarias y empresarios insertos en el área de "calzado de autor", que producen en bajos volúmenes para abastecer su nicho de mercado.
Además, desde Fedeccal destacaron que las industrias del calzado de menor tamaño no tienen fácil acceso a ferias internacionales ni a fuentes de innovación por carecer de autofinanciamiento.
Producción nacional en declive
En Chile, existen cerca de 500 empresas que fabrican calzado, en su mayoría de menor tamaño. Estas compañías se concentran en un 85% en la Región Metropolitana, un 10% en el Maule y Biobío y el 5% restante en las demás regiones, de acuerdo con Fedeccal.
"La industria chilena del calzado, en las últimas tres décadas, ha visto desaparecer muchas curtiembres, fábricas de calzado, fábricas de hormas y componentes", declaró el gremio en un informe.
En los últimos dos años, "el escenario se ha puesto más difícil para el sector, donde las ventas se han desacelerado, tras las alzas de dos dígitos de años anteriores donde el 2017 se alcanzó un alza real de solo 3,5% y el 2018 una caída de 0,6%. Esto en línea con una mayor debilidad del comercio minorista", consignó la gerente de Estudios de la CNC.
En relación con la producción nacional de calzado, esta pasó de 9 millones de pares de calzado en 2008 a 3,5 millones en 2018, lo que significa una reducción del 61,11%.
Por otra parte, la importación (en millones de pares de zapatos) aumentó en 61% en una década, pasando desde los 67,8 millones en 2007 a 109,16 millones en 2017.
Sin embargo, en 2018 las importaciones de calzado cayeron un 4,63%, en relación con las de 2017, mientras que el número de empresas importadoras pasó de 1.188 a 1.097. Además, los países de origen registraron un aumento de 78 a 89.
