¿Trabajar hace mal? No, lo que hace mal es hacerlo en exceso.
Y esa es una de las cosas que se sacan en limpio del estudio “El trabajo en horas extras como predictor de un episodio depresivo mayor: un seguimiento de 5 años del estudio Whitehall II”, que se dedicó a encontrar las probabilidades de episodios de depresión mayor (los más graves) entre las personas que trabajaban hasta 8 horas diarias en promedio, y aquellas que lo hacen por hasta 11 horas.
El efecto, eso sí, no se midió de manera inmediata sino que desde cuatro años después de que se midiera esa cantidad de trabajo en promedio. O sea, para quienes mostraron un trabajo promedio de hatsa 8 horas, y de hasta 11 horas en el periodo 1991-1993, se midió la ocurrencia de episodios de depresión mayor entre el periodo 1997-1999.
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