El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, defendió durante esta jornada el agresivo estilo negociador del presidente de EE.UU., Donald Trump, con China, ya que el "statu quo" perjudica al país, e insistió en que la reunión con el presidente Xi Jinping en la cumbre del G20 en Japón aún no ha sido "formalizada".
"Nosotros no comenzamos esto. Lo que llamaré el problema chino se prolonga desde hace mucho tiempo. Pero el presidente Trump es el primero en varias décadas que toma medidas contundentes para remediar una relación comercial muy desequilibrada en la que China ha violado la ley internacional", afirmó Kudlow en una conferencia en el centro de estudios Peterson Institute.
"El statu quo nos perjudica", remarcó.
En este sentido, indicó que la única manera de persuadir a Pekín de alcanzar un acuerdo con Washington es a través de la combativa actitud de Trump y la presión de los aranceles impuestos a las importaciones chinas.
"¿Sabes cómo llegamos de aquí a allí? Pateas algunos traseros", afirmó con contundencia Kudlow.
No obstante, insistió en que el objetivo es que la solución a la disputa con China sea "negociada".
Trump aseguró este lunes que si no se reúne con Xi en Japón, seguirá adelante con la amenaza de aplicar los aranceles a importaciones chinas por valor de US$300.000 millones.
Kudlow subrayó que el previsto encuentro con Xi en la cumbre del G20 a finales de mes en Japón "aún no ha sido formalizado", pero que la "intención" es que ambos presidentes de reúnan allí.
"¿Sabes cómo llegamos de aquí a allí? Pateas algunos traseros"
Larry Kudlow, Asesor económico de EE.UU.
El asesor de Trump reconoció que los aranceles tienen efectos "negativos" para la economía estadounidense, aunque señaló que son "pequeños", y apuntó a que China es mucho más vulnerable en esta guerra comercial.
En mayo, el presidente estadounidense ya elevó los gravámenes a importaciones chinas por valor de US$200.000 millones al 25% ante lo que consideró la falta de progresos con Pekín para alcanzar un compromiso comercial.
Por su lado, y en represalia, las autoridades de China impusieron aranceles a importaciones estadounidenses por valor de US$60.000 millones.