La amenaza de huelga en una importante mina de cobre no está recibiendo mucha atención de los inversionistas, pero podría terminar asestando un gran golpe al mercado.
Mientras los operadores prestan atención a las guerras comerciales y tensiones geopolíticas, miles de trabajadores dejaron las herramientas en la mina Chuquicamata, la principal productora de cobre de Codelco, en Chile. Según un analista, un paro prolongado restringiría la oferta mundial en un mercado donde se espera que la producción sea inferior a la demanda este año.
La mayoría de los miembros de los sindicatos N° 1, 2 y 3 en la mina rechazaron la oferta más reciente de la empresa para un contrato laboral en una votación a mano alzada el miércoles por la noche, que contemplaba una propuesta de unos 14,1 millones y mejoras en planes de egreso.
Los futuros de cobre en Nueva York, que han registrado ocho caídas semanales consecutivas, oscilaron entre ganancias y pérdidas el jueves conforme los inversores sopesaban los riesgos al suministro frente a las preocupaciones de crecimiento.
César Pérez-Novoa, analista de BTG Pactual, indicó que la huelga tendría un impacto y que Chuquicamata representa aproximadamente el 2% del suministro mundial de cobre extraído.
Así, un paro de la mina podría significar una caída del metal a un mayor déficit, que se estima en 189.000 toneladas métricas este año, según el Grupo Internacional de Estudios del Cobre.
Chuquicamata produjo 321.000 toneladas de cobre en 2018 y se espera que la producción se mantenga estable este año. Pero el impacto de una huelga prolongada podría tener repercursiones más amplias ya que la fundición y refinería de la mina procesan el mineral de toda la división norte de Codelco, que representó la mitad de la producción de 1,68 millones de toneladas de la empresa estatal el año pasado.
"Esto podría ajustar aún más el mercado de concentrados, dependiendo de cuánto dure la huelga", dijo Warren Patterson, analista de ING Bank.
3.200trabajadores se mantienen en huelga, según las cifras de los sindicatos
Los inversionistas no están preocupados por la huelga porque no es probable que dure mucho, según dijeron fuentes de Codelco a Edward Meir, un consultor independiente de materias primas en INTL FCStone Inc., a principios de esta semana.
Lo que está en juego
Los tres sindicatos representan a unos 3.800 trabajadores de los 5.243 de la mina, según el último recuento de personal de Codelco el 10 de junio. Se eliminarán aproximadamente unos 1.700 empleos conforme Chuquicamata traslada sus operaciones bajo tierra.
Los trabajadores exigen que la compañía incluya a líderes sindicales en las negociaciones para transformar Chuquicamata en una mina subterránea. También piden una mejor cobertura de atención médica para los trabajadores actuales y anteriores, mejores paquetes de despido para aquellos que deben abandonar la mina y los mismos beneficios para los trabajadores nuevos y existentes.
Próximos pasos
-Ante la huelga que comenzó durante esta madrugada, la oferta de Codelco más generosa deja de ser válida.
-Un equipo mínimo de unos 135 trabajadores de los sindicatos 1, 2 y 3 mantiene las operaciones clave en funcionamiento en la mina; los miembros de los otros dos sindicatos de Chuquicamata deberían poder trabajar con normalidad.
Posibles escenarios, según la normativa laboral de Chile:
-En cualquier momento durante la huelga, la empresa puede hacer una nueva oferta, que la mayoría de los trabajadores deberán aceptar o rechazar en una votación secreta.
-Si la oferta se acepta, la huelga termina.
-Si la oferta se rechaza, la compañía puede presentar una nueva oferta cinco días después de la votación, y cada cinco días después de esa votación.
-En el día 16 de huelga, los mineros pueden abandonar individualmente la medida y volver al trabajo, con lo que aceptarían automáticamente la oferta inicial de la empresa, que asciende a unos $9.850.000 por 27 meses.