El Gobierno de Japón anunció hoy que mantendrá las restricciones sobre sus exportaciones a Corea del Sur de materiales para la industria tecnológica pese a las quejas de Seúl, y señaló que no está dispuesto a negociar estas medidas de forma bilateral.
Un vocero del Ejecutivo nipón reafirmó la voluntad de Japón de seguir adelante con estas medidas tomadas en medio del deterioro de las relaciones bilaterales, y a pesar de que en la víspera el Ejecutivo surcoreano expresó su descontento por la situación y llamó a una "discusión sincera" al respecto.
"Estas medidas no son algo que deba ser discutido (con Corea del Sur), y no planeamos retirarlas", dijo el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, en rueda de prensa.
Japón aplica desde el pasado jueves restricciones sobre el envío a Corea del Sur de materiales y químicos esenciales para la fabricación de chips de teléfonos inteligentes, televisores y computadoras personales, entre otros aparatos electrónicos.
Los nuevos controles comerciales son una aparente respuesta a los recientes fallos de varios tribunales surcoreanos -incluido el Supremo- que obligan a empresas japonesas a compensar a ciudadanos surcoreanos que fueron obligados a trabajar para ellos durante la II Guerra Mundial, un asunto que Japón considera resuelto desde hace décadas.
Hasta ahora, el Gobierno japonés se ha limitado a citar como argumento para la nueva normativa el "debilitamiento significativo en la relación de confianza" con su país vecino.
El Gobierno de Seúl considera que estas medidas son contrarias al libre comercio, y anunció su intención llevar el caso ante la Organización Mundial de Comercio en caso de que Japón no responda a sus llamadas al diálogo.
Tanto empresas surcoreanas como japonesas han expresado su preocupación por las restricciones, que podrían ocasionar retrasos en la cadena de suministro con el consiguiente impacto negativo tanto para los proveedores como para los compradores.
Este lunes, el presidente de facto del gigante surcoreano Samsung Electronics, Lee Jae-yong, llegó a Japón para reunirse con responsables de empresas niponas y buscar soluciones a estas trabas comerciales, ante la perspectiva de que el mayor fabricante mundial de chips pueda verse perjudicado por la situación.