SANTIAGO.- Respaldado por un extenso análisis, el Grupo de Política Monetaria recomendó al Banco Central mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 2,5%, argumentando que después de la sorpresiva baja de 50 puntos base de la última reunión, "parece conveniente hacer una pausa en el ajuste y así poder medir mejor la necesidad de nuevas acciones de política monetaria".
Así, el documento firmado por los economistas Guillermo Le Fort, Juan Pablo Medina, Tomás Izquierdo, Carlos Budnevich y Verónica Mies, sostiene que "la desaceleración global exacerbada por medidas proteccionistas y guerra comercial está generando caídas en el precio de materias primas y una intensificación del estímulo monetario internacional".
Lo anterior, según los expertos, puede eventualmente presionar a la apreciación del peso y transmitir presiones deflacionarias externas. Por otro lado, a nivel interno, "la actividad se recupera lentamente, lo que posterga el cierre de las brechas de actividad y empleo locales".
Así, en medio de dicho contexto, los economistas recomendaron mantener la TPM enfatizando un sesgo a la baja y puntualizaron que el momento y monto de su próximo movimiento dependerá, fundamentalmente, de la evolución del escenario externo de donde provienen los principales riesgos.
Ante un nuevo recorte: ¿Habría efectos en la actividad de 2019?
En medio de la actualización de las proyecciones del Gobierno respecto a la expansión de la economía para este año (3,2%) y del desacople de las expectativas de los analistas (2,8%), los expertos del GPM recalcaron que un nuevo recorte en las tasas de interés no afectaría al PIB de 2019.
En ese sentido, Le Fort enfatizó que el sesgo a la baja que ven en la trayectoria de la tasa se debe a que "vemos que los efectos externos que se están generando sobre la economía nacional pueden requerir de la política monetaria nuevas reducciones de la TPM".
"Se espera que la política monetaria sea utilizada activamente como antídoto contra los efectos que genera el deterioro de las reglas multilaterales sobre el comercio internacional y la actividad económica global"
Grupo de Política Monetaria
Pero eso, agregó, va a depender de qué tanto baje la tasa la Reserva Federal a fines de julio. "Porque una fuerte baja por parte de la Fed puede obligar al Banco Central (de Chile) a reducir nuevamente la tasa en próximas reuniones, porque de otra manera un fuerte ingreso de capitales hacia Chile, con tasas de interés mayores, tiende a apreciar mucho nuestra moneda".
Así, recalcó que es por eso que se plantea el sesgo a la baja, no porque se vea una evolución distinta en la actividad económica interna, "que yo creo que para este año está más o menos encausada".
"La mitad del año ya ha transcurrido, hay una cierta inercia en lo que sigue y esperamos un segundo semestre bastante mejor que el primero. Pero con todo, el primero va a ser de un crecimiento del orden de 2% o algo menos, eso prácticamente ya está listo, y el segundo semestre se aproximará a 4%, con lo cual el promedio, de acuerdo a lo que es el escenario central, llegaría a un crecimiento de 2,8%", dijo Le Fort. "Esa es la situación para este año y no vemos mayores variaciones en torno a eso".
Por su parte, Juan Pablo Medina hizo hincapié en que "un recorte de 25 o 50 puntos bases en la trayectoria de la tasa en lo que queda de este año no va a incidir mayormente en (el crecimiento de) 2019, sino que más en 2020".
Adicionalmente, recalcó que "el marco de política monetaria del Banco Central es este horizonte de dos años y el horizonte se sustenta en la idea de los rezagos con que ven la política monetaria, por lo tanto una mayor baja este año quizás no está dada por el crecimiento económico de este año, sino que en lo que podría pasar en el desarrollo macroeconómico y la inflación del próximo".