SANTIAGO.- El proyecto que busca reducir a 41 horas la jornada laboral no solo ha generado divisiones en el oficialismo. En el mundo empresarial también existen distintas miradas sobre la propuesta, lo que quedó en evidencia tras los dichos del presidente de la Sofofa,
Bernardo Larraín, quien
no cerró la puerta a la reducción de horas, valorando la mayor flexibilidad como lo más importante. Esto causó cierto revuelo al interior del consejo. El primero en abrir el debate fue el consejero electivo Andrés Montero (Maltexco),
advirtiendo lo complicado que era que las seis ramas de la CPC no tuviera una visión homogénea respecto al proyecto del Gobierno.