Por Diego Almazabar
A comienzos de semana, el Presidente Sebastián Piñera realizó una serie de cambios de gabinete para enfrentar con nuevos rostros la crisis social que se vive en Chile. Y en el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, el elegido para liderar la cartera fue Lucas Palacios (UDI), ingeniero comercial de 45 años de la Universidad Católica, que reemplazará a Juan Andrés Fontaine.
Palacios es una cara conocida en La Moneda: viene de ser el subsecretario del Ministerio de Obras Públicas, donde su desempeño fue bien evaluado por el Ejecutivo, sobre todo por sus gestiones para atender la protesta de transportistas y automovilistas del viernes pasado por el precio de las cuentas del tag de las autopistas urbanas concesionadas. Asimismo, ese cargo en el MOP lo ocupó durante la primera administración de Piñera, entre el 2012-2014.
Ahora, uno de los principales desafíos que enfrentará como ministro de Economía es el apoyo al desarrollo de las pymes. “Las pequeñas y medianas empresas son el motor del país, hay que conversar mucho con ella, escucharlas, ver lo que necesitan porque Chile se tiene que poner de pie”, señaló Palacios, en una de sus primeras declaraciones como jefe de la cartera.
Tras el estallido social, ¿cómo se puede fortalecer a las pymes, considerando que es un sector clave en el desarrollo económico del país? Distintos actores y expertos analizan el nuevo escenario.
Las principales urgencias
Felipe Contreras-Haye, vicepresidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), destacó que la llegada de Lucas Palacios le parece una “buena señal”. “Creo que es una buena llegada al ministerio de Economía para que escuche las preocupaciones sociales y las demandas sectoriales.
Ojalá podamos trabajar juntos por el bien de Chile”.En medio de estas manifestaciones sociales, que llevó a que más de un millón de personas a participar de una multitudinaria marcha en Santiago el pasado viernes, Contreras-Haye dijo que “necesitamos reflexionar de la sociedad que hemos ido construyendo”. Por eso señala que
“las empresas necesitan conversar al interior; entre sus empleadores, trabajadores, gerentes, dueños, proveedores y pymes. Lo que necesitamos es reflexión, seguridad y un nuevo pacto social”.Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial de Emprendedores, indicó que una de las necesidades de las pymes tiene relación con el acceso a financiamiento, lo que puede permitir que mejoren su competitividad ante industrias de mayor escala y con ello evitar la concentración económica.
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Solo entre el 15% y 20% de las pequeñas y medianas empresas acceden al sistema financiero, por lo tanto tenemos una deuda enorme con respecto a la bancarización y al financiamiento. También hay que trabajar en materia de concentración económica, en cómo logramos a través de los distintos estamentos eliminar las barreras de entrada que hoy día tienen muchas industrias para que un emprendedor pueda competir y a desafiar una empresa grande a quitarle participación de mercado. No puede ser que en Chile tengamos una concentración económica del 87% en las ventas de las grandes empresas versus el 13% en las pymes”, manifestó.
Asimismo Swett, señaló que se deben realizar correcciones a
la ley de pago a 30 días, que busca reducir el plazo de pago de facturas de grandes empresas a proveedores, sin embargo, al implementarse con gradualidad a 60 días durante 24 meses, en algunos casos se han alargado los periodos de pago, haciendo que muchas pymes que son proveedoras tengan problemas de liquidez. “Por lo pronto, creemos que el ministro tiene que tomar cartas en el asunto. Ha sido la gran ley que ha impulsado la Asociación de Emprendedores de Chile y otros gremios, pero tiene que corregir esos aspectos”.
En ese punto, el vicepresidente de la Asech dijo que “esperamos que podamos hacer indicaciones para que esta no solo sea una ley, sino que un cambio cultural donde nos acostumbremos a pagar a treinta días. Vamos a hacer mejoras a la ley y creemos que fue un muy buen paso porque ya se habla de esto y ya hay muchas empresas grandes que se han sumado”..
El presidente de la Multigremial también explicó que es clave no cortar la liquidez de las pymes, ya que una parte importante de estos montos provienen de las facturas mensuales de las empresas a las que proveen.
“Las grandes empresas pagan mensualmente cerca de 1.500 millones de dólares en montos de factura, pero lo que venden mensualmente las pymes son 3.300 millones de dólares”, dijo.
Cambios estructurales
Desde el punto de vista de
Juan Luis Correa, economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, hay que estar atentos a los cambios que pueden producir las distintas reformas que se discuten en el Congreso.
“Está en la discusión qué es lo que va pasar con la reforma tributaria en relación con la pyme. En la parte del gasto están todos los fondos de apoyo que se canalizan principalmente a través de la Corfo, y por otro lado está el tema de la generación de ingresos tributarios y cuál va ser el efecto que va tener sobre este sector. Además hay una serie de elementos que son costo-empresa que están relacionados con la reforma previsional o el proyecto de las 40 horas”, dijo.
Con estos cambios, el experto de la Unab considera que el Estado “deberí
a asegurar la seguridad para que las pymes tengan capacidad de crecimiento. Aquí se necesita realizar cualquier reforma pro-crecimiento va ayudar a la pyme, sin embargo lo que vemos es que la discusión actual no va en esa línea”.
Por otro lado,
María José Becerra, economista de la London School of Economics, comentó que las pymes “han sido las más afectadas producto de este modelo de desarrollo económico concentrador de la riqueza”, por lo que asegura que el rol que debe jugar el ministerio “es sustancial, primero de reconocimiento a la pyme como actor y estabilizador del desarrollo económico y social del país, y reconociendo esto, generar políticas económicas de incidencia estructural”.
En ese sentido, la también directora ejecutiva de la Corporación Ciudad y Derechos cree que a nivel macroeconómico se deberían repensar algunos tratados de libre comercio, como el caso del TPP11, que fue aprobado por la Comisión de Constitución del Senado y que ahora enfrentará su último trámite en la Sala de la Cámara Alta.
“El porcentaje de pymes internacionalizadas no alcanza a superar el 5%, en contraposición a que 20 empresas concentran el 90% de todas nuestras exportaciones. P
or tanto, no es benéfico un nuevo tratado de apertura comercial donde se es sabido que la ventaja comparativa de Chile es precisamente la exportación de bienes y servicios; sin embargo, y como muestran las estadísticas, los frutos económicos de éste no llegarán a las pymes porque no exportan y porque el nivel de sustitución por competencia será más alto”, indicó.
A nivel microeconómico, la experta señaló que uno de los aspectos positivos del conflicto social es que “se demostró que el comercio en los barrios, los almacenes y las ferias libres son altamente resilientes y evitan el desabastecimiento en los hogares. Esto hay que agradecerlo, cuantificarlo y resignificar la relevancia de la economía social y local como estrategia de desarrollo económico a largo plazo”.
En ese sentido, sostuvo que se podrían generar políticas en torno a este hecho económico promoviendo la creación de cooperativas, “un modelo de empresa que en los países de la OCDE ha comenzado a desplazar financiera y geográficamente a la gran trasnacional, permitiendo
florecer la producción local de una forma más democrática de acumulación de capital y trabajo”.