El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció este miércoles que el Gobierno aumentará el gasto para ayudar a la economía a hacer frente al impacto del coronavirus, destinando 25.000 millones de euros (US$28.300 millones) con miras a abordar la creciente crisis.
La semana pasada el gabinete dijo que sólo necesitaría 7.500 millones de euros, pero desde entonces la emergencia se ha intensificado dramáticamente y la nación entera está en cuarentena, congelando una gran parte de la actividad de una economía que ya estaba al borde de la recesión.
Por el su parte, el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, precisó que un primer decreto está siendo elaborado y deberá ser firmado esta semana para el uso de 12.000 millones de euros inmediatos para el sector de la salud.
Entre las indemnizaciones que serán aprobadas figuran también ayuda a las familias con hijos y a los sectores empresariales más afectados.
En tanto, Conte aseguró a la prensa que las restricciones al movimiento podrían endurecerse aún más después de que la región norteña de Lombardía, en la que se encuentra la capital financiera de Italia, Milán, pidió el cierre de todos los comercios y la suspensión del transporte público.
"Estamos dispuestos a escuchar las peticiones de Lombardía y otras regiones", señaló el jefe de Gobierno en una conferencia de prensa, en la que dijo que habría que ser precavidos antes de decidir la introducción de nuevas medidas.
"El objetivo principal es proteger la salud de los ciudadanos, pero debemos tener en cuenta que hay otros intereses en juego. Debemos ser conscientes de que hay libertades civiles que están siendo violadas, siempre debemos proceder con cuidado", agregó.
Italia es el país más afectado del mundo por el brote después de China, con unas 631 muertes y 10.149 infecciones confirmadas desde que se notificó el primer caso en Lombardía el 21 de febrero.
El gasto extraordinario significa que parece seguro que el déficit presupuestario de Italia para 2020 superará el 3% del PIB, límite máximo establecido por las normas de la Unión Europea.
Gualtieri, que la semana pasada pronosticó un déficit del 2,5%, no quiso dar hoy un nuevo pronóstico. Y según indicó, Roma podría tener que recurrir a los fondos de la UE.