SANTIAGO.- "
Hoy enfrentamos un nuevo escenario que nos tiene muy afectados, temerosos y con mucha incertidumbre", manifestó la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) ante el golpe que ha significado la crisis generada por el coronavirus, donde las medidas sanitarias han llevado a la caída en la demanda y al cierre de la gran mayoría de los restaurantes.
"Si bien hemos avanzado en distintas agendas de trabajo con diversos organismos, en este momento nos urge un apoyo fuerte y concreto para ayudar a sostener la industria: necesitamos liquidez para las pequeñas, medianas y grandes empresas del rubro", indicó a través de un comunicado el presidente de Achiga, Máximo Picallo.
"Nos apremia poder optar a créditos con aval del Estado para poder reinventarnos y nos urge la comprensión de arrendatarios, ya que sin flujo de caja claramente se verán atrasados los pagos"
Máximo Picallo, presidente de Achiga
Así, señaló que "sin este apoyo económico inmediato, muchos establecimientos se verán obligados a cerrar su cortina definitivamente, poniendo en riesgo 150.000 puestos laborales, y el sustento de miles de familias".
En ese sentido, Picallo expuso lo que están viviendo muchas firmas del sector: "A pesar de que actualmente la gran mayoría tiene cerrado su restaurante, las cuentas que aquejan al sector se deben seguir pagando: arriendos, servicios básicos y créditos que se continúan cobrando, tienen agónica a la industria".
"Los bancos no nos está facilitando el proceso, ya que desde octubre pasado, nos consideran como segmento de alto riesgo", acusó el líder de Achiga.
Por ello, "hacemos un llamado urgente al Gobierno y a las instituciones financieras para que en conjunto nos inyecten liquidez, porque definitivamente no tenemos otra manera de subsistir, ya que desde el 20 de marzo se nos prohibió la atención al público y tenemos una responsabilidad enorme con nuestros trabajadores".
Respecto a la opción de los establecimientos de trabajar con delivery, desde Achiga explicaron que "esta actividad sólo se puede efectuar fuera del toque de queda establecido, lo que en muchos casos dificulta el implementar esta alternativa en más restaurantes".
"El desafío hoy es mantener nuestra industria en pie, ya que no queremos ver perdidos años de esfuerzo y trabajo", recalcó Picallo. Asimismo, declaró saber que la reactivación será lenta y que, por lo mismo, "necesitamos que acojan nuestros requerimientos, con medidas que nos apoyen en el corto, mediano y largo plazo".
"Reiteramos nuestra necesidad de contar con liquidez en las empresas; considerar las peticiones de flexibilidad laboral cuando reabramos; un periodo de gracia de pagos de seis meses mínimo para que los establecimientos gastronómicos puedan pararse nuevamente; y que los municipios nos ayuden sin cobros de patentes municipales, durante todo el periodo de prohibición para atender público", enumeró.
Finalmente, "estamos expectantes por la implementación de la Ley de Protección del Empleo, iniciativa cuya retroactividad valoramos como gremio, ya que los restaurantes fueron los primeros en cerrar, debido a las restricciones para enfrentar la pandemia".
Sin embargo, agregó Picallo, "es clave que se aclare cuál es el plazo de pago de las leyes sociales, ya que sin ingresos, aunque el seguro de cesantía pague los sueldos, no tenemos cómo pagar estas obligaciones de forma inmediata".
