"Marcará un antes y un después", es un concepto repetido durante este último tiempo entre los actores que se han dedicado ha analizar o han sido golpeados desde distintos frentes por la pandemia de covid-19 que azota al mundo. Entre ellos, quienes participan de la industria del turismo, una de las más -o la más- afectada desde que el coronavirus comenzó a expandirse vertiginosamente por el globo.
Según datos del consejo Mundial del Viaje y el Turismo, ese sector genera el 10,4% de lo producido por la actividad económica mundial sosteniendo, globalmente, 319 millones de empleos. En Chile, según la Subsecretaría de Turismo, los datos son los siguientes: es la única industria del país presente en todo el territorio nacional, aportando cerca del 3,3% del PIB y generando casi 600 mil empleos, el 7,7% de los ocupados a nivel nacional.
Ahí el alcance que tiene el covid-19 para ese sector en Chile. Y no es un contrincante que haya sorprendido a la industria local bien parada, de hecho le propinó un tercer duro golpe en poco más de un año. ¿El primero? A inicios de la temporada estival de 2019, cuando los argentinos, producto de los problemas económicos que lleva enfrentando ese país, bajaron drásticamente su presencia, algo no menor considerando que de ahí viene prácticamente el 50% de los turistas extranjeros en Chile. Luego de ello, el estallido social, que extrapoló los problemas de llegadas de trasandinos al resto de los visitantes del mundo, y que además gatilló en una baja del turismo doméstico.
En ese escenario, y cuando el resentido sector empezaba a mostrar signos de reactivación, llegó la pandemia: el golpe de "knock out", afirman de forma unánime los actores del turismo nacional, quienes califican su presente como "catastrófico".
93% de hoteles en el país se mantienen cerrados
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El escenario actual implica que la demanda de servicios turísticos se ha contraído totalmente, hay cierre de fronteras internacionales y restricciones de movimiento por razones sanitarias que son absolutamente necesarias", comentó a
Emol la subsecretaria de Turismo,
Mónica Zalaquett, agregando que "de acuerdo a nuestras estimaciones, considerando un escenario de seis meses de paralización de la actividad turística,
la llegada de viajeros internacionales se reducirá en el orden del 41%. Algo similar ocurrirá con los viajes internos, que caerán en un 30%".
Desde la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur), su vicepresidenta ejecutiva Helen Kauyoumdjian, expuso a este mismo medio las cifras que proyecta el gremio, señalando que "tomando lo que ya había llegado en enero, febrero y marzo, y todo lo que queda del año, es que nosotros vamos a tener un total en llegada de turistas extranjeros de 1 millón 900 mil". Es decir, una caída del 56% respecto a 2019, que ya había sido un mal año, descendiendo en ese ítem 21% en comparación a 2018. "La industria hoy día está paralizada, esa es la realidad", sostuvo.
En tanto, Patricio Aguilera, director Hoteleros de Chile, comentó que según un levantamiento que realizaron entre los socios del gremio la semana pasada, "el 93% de los hoteles está cerrado, lo que probablemente subió porque esto fue hace nueve días. Y el 7% restante estaba con ocupaciones del orden de 10%. O sea, operando al 10%, pagas la energía con suerte".
"Entonces la situación es para la industria catastrófica, dramática y trágica. En mi familia llevamos 46 años en la actividad hotelera y nunca habíamos vivido un hecho de esta magnitud y de estas características", recalcó, y aprovechó de mencionar que "nosotros echamos de menos un apoyo más contundente y claro de la autoridad hacia la hotelería", subrayando que pese a no estar operando y, por lo tanto, no ver ingresos, siguen incurriendo en gastos, por ejemplo, de mantención y seguridad.
"Cambios permanentes" en el comportamiento de viajeros
Descrito el sombrío panorama que vive actualmente el turismo, desde la industria entienden -y confían- en que la reactivación llegará, eso sí, de forma "paulatina y lenta". Junto con eso, comprenden que los tiempos tras la pandemia traerán consigo cambios en los hábitos de consumo y en el comportamiento a la hora de la toma decisiones del público. Y en el sector se preparan para ello.
"Sin duda esta crisis producirá cambios permanentes en el comportamiento de los viajeros y en la oferta de servicios turísticos", expuso Zalaquett, asegurando que "existe consenso, a nivel internacional, en que las personas se inclinarán principalmente por viajes de corta distancia, dando especial relevancia a aspectos como la seguridad sanitaria de los países y los servicios turísticos".
A nivel local, agregó, "se estima que una vez superada la emergencia sanitaria el turismo interno será el primero en reactivarse, tanto por razones económicas como emocionales. Las personas necesitaremos recuperar, poco a poco, la confianza necesaria para movilizarnos en trayectos largos y traspasar las fronteras". En esa línea, indicó que a partir de septiembre se espera un "fuerte trabajo de reactivación", y en lo que respecto al turismos internacional, "seguramente se comenzará a mover a partir del primer semestre de 2021", dijo.
"Si uno lleva el distanciamiento social a la industria turística, eso va a hacer probablemente que la gente evite destinos muy masivos, con grandes aglomeraciones de personas y vaya por destinos más prístinos, más deshabitados, todo teniendo que ver obviamente mucho con el turismo de naturaleza, y en eso nosotros como país tenemos mucho espacio".
Helen Kauyoumdjian
Kauyoumdjian de Fedetur, en tanto, proyectó un movimiento "insipiente" del turismo interno, es decir, chilenos moviéndose por Chile, entre agosto y septiembre, mientras que el turismo internacional tardaría más, y ahí, destacó, "tenemos que prepararnos muy bien para poder cumplir con las medidas y protocolos sanitarios".
"Hoy día una persona que va a viajar a un alojamiento turístico va a esperar muchas más medidas de higiene y otras que lo que hacía en el pasado", dijo. Además profundizó en otro punto: "Creo que hoy día es la oportunidad para que surjan nuevos productos turísticos y destinos que apelen al distanciamiento social. Mantener el distanciamiento social probablemente se va a meter como un tema casi cultural que los vamos a asumir todos como parte de nuestra manera de ser".
"Si uno lo lleva a la industria turística, eso va a hacer probablemente que la gente evite destinos muy masivos, con grandes aglomeraciones de personas y vaya por destinos más prístinos, más deshabitados, todo teniendo que ver obviamente mucho con el turismo de naturaleza, y en eso nosotros como país tenemos mucho espacio", explicó.
"El turismo sin duda cambiará, las prioridades y las exigencias de los turistas serán distintas. La innovación y la creatividad serán fundamentales para reinventar a esta industria y dar respuesta a los requerimientos de estos nuevos viajeros."
Mónica Zalaquett
Otro efecto que traerá el coronavirus, y positivo a los ojos de Aguilera, es la preferencia que tendrían los viajeros por hoteles establecidos versus la oferta informal de alojamiento, como Airbnb. "Entre arrendar sin ninguna norma sanitaria, creo que van a elegir un hotel que tenga los estándares y los procedimientos de higiene altos.
Entonces creo que de manera natural el negocio de las habitaciones y toda la hotelería informal va a verse mayormente afectada. Es lo que yo creo y es lo único positivo que me atrevo a rescatar de esta tragedia", comentó.
Teletrabajo versus viajes de negocios
Por otro lado, el director de los Hoteleros tocó otro punto que tendrá, según dijo, implicancias para los sectores de viaje y hospedaje: el teletrabajo. "Las videoconferencias van a tener un uso absolutamente habitual y frecuente, entonces eso va a mermar los viajes de negocios, las promociones, el uso de las salas de reuniones, se van a ver gigatemente afectadas", aseguró.
A ese punto se refirió la directora comercial de Sky Airlines Carmen Gloria Serrat, quien sostuvo a Emol que "en el lado de la demanda, creo que efectivamente estamos aprendiendo a trabajar a distancia y la verdad que la tecnología da muchos beneficios en esa línea, por lo tanto es probable que algunos viajes sean postergados porque existen estas alternativas. Pero creemos que hay viajes que se van a mantener de todas maneras, como los trabajadores de faenas, las salmoneras y la minería".
"Las videoconferencias van a tener un uso absolutamente habitual y frecuente, entonces eso va a mermar los viajes de negocios, las promociones, el uso de las salas de reuniones, se van a ver gigatemente afectadas".
Patricio Aguilera
"Creemos que vamos a bajar un poco (en cuanto a viajes de negocios), pero tenemos que ir mirando", añadió, y afirmó que a la vez espera otros "cambios estructurales" al interior de la industria aérea producto de esta crisis sanitaria, tanto del lado de la oferta como de la demanda, en términos sobre todo de higiene y distanciamiento.
En cuanto a proyecciones una vez se reactiven los vuelos de la firma, cuyas operaciones actualmente se encuentran frenadas, Serrat compartió el punto respecto a que los primeros viajes "que se van a reactivar van a ser los domésticos. Entonces probablemente va a ser la demanda que primero va a aparecer y a la internacional le va a costar un poco más". La reactivación, continuó, podría comenzar a asomarse a partir de octubre "y esperamos terminar a fin de año con un 80% de la recuperación".
"Los viajes de turismo son aquellos que más la gente va a postergar, no solo por el riesgo de contagio, sino que también por el contexto económico en el que probablemente nos vamos a encontrar", acotó.
Mientras que el CEO de Jetsmart -firma que continúa operando con nueve vuelos locales- Estuardo Ortíz, también expuso que su impresión para Chile es que lo primero en reactivarse serán los vuelos domésticos, "pero no creo que vaya a ser una recuperación rápida. Va a tomar tiempo. Si vemos el caso de China, que ya tienen dos meses más o menos en estar en una etapa de inicio de operación y todavía están operando a menos de la mitad de la capacidad normal. Así que queda asumir que esto puede llegar a tomar todo el 2020 para recuperarse, o incluso más".
"No creo que vaya a ser una recuperación rápida. Va a tomar tiempo. Si vemos el caso de China, que ya tienen dos meses más o menos en estar en una etapa de inicio de operación y todavía están operando a menos de la mitad de la capacidad normal. Así que queda asumir que esto puede llegar a tomar todo el 2020 para recuperarse, o incluso más".
Estuardo Ortíz
Dicho esto, y tras enfatizar que aún es muy anticipado adelantar cambios relevantes al interior de la industria producto del coronavirus, sí sostuvo que en términos sanitarios todo será distinto, y en todos los sectores. "Sea que salgas a la calle, o que vayas a un restaurante, creo que eso va a ser parte de un nuevo normal dentro de nosotros y en todas las actividades que conocemos", afirmó.
"El turismo sin duda cambiará, las prioridades y las exigencias de los turistas serán distintas. La innovación y la creatividad serán fundamentales para reinventar a esta industria y dar respuesta a los requerimientos de estos nuevos viajeros", concluyó Zalaquett.