Mañana se espera que la Cámara Nacional de Comercio (CNC) dé a conocer un protocolo sanitario dirigidos a los centros comerciales del país para dar inicio a un proceso de apertura "paulatina" de un sector que se ha visto fuertemente golpeado por los efectos del covid-19.
Tal es así, que según el gremio, durante el primer trimestre se perdieron 50 mil empleos en el sector producto de la contingencia, y proyectan que de mantenerse las actuales condiciones, esta cifra podría dispararse al doble en el segundo trimestre.
Por eso, recalcan desde el gremio, la importancia de dicho protocolo y así volver a operar. "Aquí hay que juntar todos los componentes de la ecuación compleja que es cuidar la salud de las personas, pero también permitir que no se termine de destruir la economía", dijo a Emol el gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Carlos Soublette, recalcando que el protocolo busca que, "en conversación con las autoridades tanto locales como generales", se puedan ir abriendo algunos centros comerciales "de manera paulatina durante las próximas semanas".
Según proyecto, las primeras aperturas con este protocolo podrían comenzar "la próxima semana, a penas aparezca el protocolo seguramente lo vamos a ver. Sé de algunas tiendas -no de centros comerciales- que ya están abriendo y operando con muy poca gente".
En cuanto a la respuesta que esperan de la autoridad sanitaria frente a este proceso, Soublette expuso que "el mundo ideal sería que la autoridad de salud dijera 'sí, este es el protocolo y si alguien opera con todo tiene nuestro sello'. Pero creo que eso es muy difícil, porque el objetivo de la autoridad de salud no es que operen los centros comerciales, su objetivo es que no muera gente, entonces la verdad es que van a hacer todo lo posible para lograr el objetivo que ellos tienen".
Dicho eso, aseguró que "no hay un acto de la autoridad para que hayan cerrado los malls (...). Los centros comerciales cerraron por un acuerdo con las autoridades, por la presión de los sindicatos, la presión de los clientes y sus trabajadores que estaban preocupados por la situación de salud. Eso fue un acuerdo totalmente voluntario".
En ese sentido, negó que esta reapertura sea contradictoria con salvaguardar la salud pública, señalando que "puede ser visto así, pero no es ese el sentido, el sentido no es llamar a consumir. Hoy día estamos comprando lo que necesitamos y nadie está comprando para satisfacer un impulso de consumo".
Soublette, en esa línea, ejemplificó exponiendo nuevas necesidades que irán teniendo las personas, como ropa para enfrentar el invierno o estufas. "En algún momento la gente necesita comprar esas cosas y tenemos que ser capaces de disponerlas", dijo. Y advirtió que "evidentemente que si el día de mañana un centro comercial opera de mala manera, la autoridad sanitaria podría llegar y ordenar su cierre".
"Tenemos que ser capaces de ver si vamos a poder funcionar en los próximos meses y quizás años (...). En ese contexto, no podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas, porque después vamos a estar lamentando que la gente se muera de hambre. Es muy complejo, y yo sé que nadie va a decir lo contrario,hay que poner la salud delante de la economía, pero la economía también trae salud, y una economía destruida también va a traer problemas de salud muy profundos".
Carlos Soublette
"Por eso este protocolo busca prevenir eso, promoviendo todas las mejores prácticas que hemos visto y se nos ocurren para asegurarnos que cuando se abra un centro comercial, se haga de manera segura", como dar prioridad en la atención a adultos mayores, la obligatoriedad del uso de mascarillas, tomas de temperatura, disposición de alcohol gel, establecer entradas y salidas diferenciadas, demarcar distanciamiento mínimo, etc, comentó.
"Tenemos que ser capaces de ver si vamos a poder funcionar en los próximos meses y quizás años (...). En ese contexto, no podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas, porque después vamos a estar lamentando que la gente se muera de hambre. Es muy complejo, y yo sé que nadie va a decir lo contrario: hay que poner la salud delante de la economía, pero la economía también trae salud, y una economía destruida también va a traer problemas de salud muy profundos", recalcó.
Por último, Soublette aseguró en el Gobierno "están conscientes" de que "la pobreza trae muertes", e indicó que esto "no puede ser blanco y negro, aquí no hay posturas totalitarias. En el equipo de Economía siento que ellos concuerdan con nosotros en la necesidad de salvar la economía, pero asegurando que la forma de operar sea la adecuada".