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Santiago: Sábado 27 de julio del 2024 | Actualizado 14:10
Los 19 países que comparten el euro, encaran su recesión más grave en 2020. Para ello lanzaron un masivos programas de apoyo nacional para empresas y personas, y están preparando un gran fondo de recuperamiento económico para los próximos años, mientras el BAnco Central Europeo mantiene en calma a los mercados con programas de compra de bonos sin precedentes.
Los ministros de finanzas de la UE acordaron el 9 de abril un apoyo de medio billón de euros, llevando el total de la respuesta fiscal de la UE por la pandemia a 3,2 billones de euros. De ese número, alrededor de 2,7 billones de euros llegan de estímulos fiscales nacionales y garantías gubernamentales para empresas, para mantenerlas a flote. Adicionalmente, un total de 100.000 millones de euros solicitados en préstamo en conjunto por la UE, será usados en un esquema para subsidiar sueldos para que las empresas puedan recortar horas de trabajo, no empleo.
El Banco de Inversión Europeo prestará a empresas cerca de 200.000 millones de euros, y la Mecanismo de Estabilidad Europeo tendrá un fondo de rescate de 240.000 millones de euros como crédito barato disponible para los gobiernos, al entregar préstamos de cerca del 2% del PIB de un país. Otras medidas incluyen suspensión de límites en préstamos de gobiernos de la UE.
El Banco Central Europeo, el 12 de marzo, añadió 120.000 millones de euros para su programa de compra de activos de 20.000 millones de euros al mes. El 19 de marzo, añadió otros 750.000 millones de euros en expansión cuantitativa, llegando a un total de 1,1 billones de euros este año, y sumó la deuda del gobierno de Grecia al portafolio de bonos que compraría. El 26 de marzo, eliminó el tope de cuántos bonos se pueden comprar de un país de la zona euro.
El Banco Central Europeo rebjó la tasa de interés en sus operaciones de refinanciamiento a largo plazo -préstamos baratos a los bancos- por 25 puntos básicos a -0,75% al 12 de marzo. Medidas adicionales en esta línea crearán puentes de financiamiento a bancos durante junio y relajará las reglas de capital.
La respuesta de EE.UU. ha sido rápida e histórica, con un Congreso polarizado aprobando préstamos y transferencias de efectivo a empresas y familias, y la Reserva Federal actuando para asegurar la estabilidad de los mercados financieros, pero también que el crédito fluya a todos los sectores de la economía.
El Presidente Donald Trump firmó el 27 de marzo la ley de un paquete de ayuda de 2,3 billones de dólares, el mayor en la historia del país, incluyendo un fondo de 500.000 millones para ayudar a las industrias más golpeadas y una cifra similar para el pago directo de US$ 1.200 por adulto y US$ 500 por niño para millones de familias estadounidenses. Un adicional de 600 dólares semanales al seguro de cesantía fue añadido para trabajadores que han perdido su empleo.
Casi un mes después, el 24 de abril, Trump firmó otro paquete de ayuda, un monto de 484.000 millones de dólares dirigidos a pequeños negocios y hospitales, lo que lleva el total del monto destinado a la crisis a cerca de 3 billones de dóalres.
La Reserva Federal cortó las tasas de interés en dos reuniones de emergencia el 3 de marzo (50 puntos básicos) y 15 de marzo (100 puntos básicos), llevando la tasa de fondos federales a 0 - 0,25%. También recortó la tasa de la ventana de descuento en 150 puntos básicos.
La Reserva Federal ha lanzado una amplia serie de programas para asegurar que el crédito y el efectivo estén disponibles en toda la economía. Esto incluye facilidades para comprar bonos corporativos, adquirir alguna forma de deuda del gobierno local, otorgar préstamos contra una amplia gama de garantías, desde papeles comerciales corporativos a créditos de consumo, y comprar hasta un 95% de los préstamos bancarios a corporaciones de mediano tamaño.
El gobierno japonés aprobó un histórico paquete de estímulo económico de emergencia, de más de 1 billón de dólares, para combatir la crisis por el coronavirus. El gasto fiscal directo significa menos de la mitad de la cifra, que incorpora una serie de medidas para ayudar a los hogares y empresas a enfrentar las consecuencias del virus.
El 10 de marzo, el gobierno anunció un gasto adicional de 430.800 millones de yenes (unos US$ 4.000 millones), apuntando principalmente al apoyo de pequeñas y medianas empresas. También financiará mejoramientos en instalaciones médicas y subsidiará a padres trabajadores que se han visto forzados a solicitar permisos ante el cierre de los colegios.
El gobierno aprobó el 7 de abril un paquete de estímulo económico equivalente al 20% de la producción económica, totalizando 108,2 billones de yenes (US$ 4 billones). El gobierno aumentó el 20 de abril el paquete -que ya no tenía precedentes- para llegar a 117,1 billones de yenes (US$ 1,09 billones), de los cuales el 41% (unos US$ 450.000 millones) es gasto fiscal directo.
En marzo, el Banco de Japón alivió la política monetaria al aumentar las compras de fondos negociados en la bolsa y otros activos de riesgo, incluyendo bonos corporativos. También creó un nuevo programa de préstamos que concede créditos de un año y sin interés a instituciones financieras. El aumento anual planeado en la tenencia de bonos del gobierno se mantuvo en 80 billones de yenes (US$ 750.000 millones dólares), y el banco introdujo una nueva línea de crédito valorada en 8 billones de yenes (US$ 75.000 millones).
El 27 de abril, el Banco de Japón se comprometió a comprar cantidades ilimitadas de bonos y de aumentar tres veces la cantidad máxima de bonos corporativos y deuda comercial, con un valor total cercano a los 20 billones de yenes (US$ 190.000 millones).
China hasta el momento a relevado un estímulo fiscal de 2.304 billones de yuanes (US$ 325.000 millones). Algunos economistas del gobierno esperan que el parlamento chino apruebe un paquete de estímulo que elevaría el gasto total a unos 5 billones de yuanes (US$ 705.000 millones), lo que corresponde al 5% ó 6% del PIB. El paquete podría incluir un aumento en el déficit presupuestado anual, más bonos del gobierno local para financiar proyectos de infraestructura, los uqe seran los primeros bonos del tesoro especiales desde 2007. El banco central probablemente también alivie aún más las políticas para apoyar el estímulo fiscal.
China está lista para liberar billones de yuanes como estímulo fiscal. Apunta a estimular la inversión en infraestructura, con un respaldo de hasta 2,8 billones de yuanes (US$ 400.000 millones) de bonos especiales del gobierno local, de acuerdo a distintas fuentes. El índice de déficit del presupuesto nacional podría elevarse a niveles récord, añaden las mimas fuentes.
El Politburó del Partido Comunista dijo el 27 de marzo que aceleraría cambios de política macroeconómica y buscaría una política fiscal más proactiva. Hizo un llamado para expandir el déficit presupuestario, emitiendo más bonos locales y nacionales, reduciendo las tasas de interés, retrasando el pago de préstamos, reduciend cuellos de botela en la cadena de suministro y elevando el consumo. Más temprano este año, Beijing introdujo varias pequeñas medidas y gastos fiscales, como exenciones tributarias, reducción en las cuentas de energía y otras reducciones tarifarias.
El 20 de abril, el Banco Popular de China redujo su tasa de interés de referencia por segunda vez este año. La tasa preferencial de préstamos a un año fue reducida en 20 puntos básicos hasta 3,85%, desde 4,05%; y en el caso de los de cinco años, se redujo en 10 puntos básicos, de 4,75% a 4,65%.
El 25 de febrero, China ofreció una financiación de más fácil acceso para pequeñas y medianas empresas, aumentando las cuotas de préstamo y descuento en 500.000 millones de yuanes (US$ 71.000 millones). El 13 de marzo, el Banco Popular de China recortó la cantidad de dinero que los bancos deben mantener como reservas por segunda vez este año, liberando así 550.000 millones de yuanes (US$ 78.000 millones). China también aumentó su política bancaria de cuota de préstamos en 350.000 millones de yuanes (US$ 49.400 millones) para crear préstamos que apunten a este tipo de negocios.
El banco dijo el 3 de abril que recortaría la proporción de reserva requerida para los bancos pequeños en 100 puntos básicos, liberando otros 400.000 millones de yuanes (US$ 56.000 millones). Esto está siendo implementado en dos fases, la primera -con un recorte de 50 puntos básicos- se hizo efectiva el 15 de abril; y la segunda, con un corte de otros 50 puntos básicos, se materializará el 15 de mayo.
El 15 de abril, el banco dijo que estaba bajando los préstamos a mediano plazo a instituciones financieras hasta 2,95%, la más baja desde que la herramienta de liquidez fue introducida en septiembre de 2014, y una rebaja de 20 puntos básicos desde el 3,15% que existía previamente. El 24 de abril, el banco redujo la tasa de interés a un año en su línea de crédito a mediano plazo en 20 puntos básicos, desde 3,15% a 2,95%.
El gobierno surcoreano está implementando tres presupuestos suplementarios en etapas, para financiar pagos en efectivo, así como préstamos y garantías de préstamos para salvaguardar empleos y a sectores afectados por la pandemia de coronavirus.
El gobierno realizará pagos en efectivo de emergencia a cada hogar en el país, utilizando el segundo presupuesto suplementario de este año. El tercer presupuesto suplementario está en camino para resguardar empleos y para compensar el déficit fiscal esperado para este año. El 23 de abril, se llegó a un acuerdo político para entregar aportes en efectivo a todos los hogares, no sólo a las familias en el 30% de ingresos más bajos como se había anunciado inicialmente.
Un total de 240 billones de wones (US$ 196.500 millones) de estímulo económico ha sido anunciado para combatir los efectos de la pandemia, a partir del 28 de abril, lo que incluye pagos directos en efectivo, financiamiento de pólizas y garantías de préstamos.
Corea del Sur el 7 de abril duplicó su paquete de rescate económico previsto, llegando a 100 billones de wones (US$ 82.000 millones). El paquete incluye 29,1 billones de wones (US$ 24.000 millones) para pequeñas y medianas empresas, mientras que otros 20 billones de wones (US$ 16.000 millones) serán usados para adquirir bonos corporativos y papeles comerciales de compañías que enfrentan una crisis crediticia.
Moon Jae-in, Presidente de Corea del Sur, dijo el 8 de abril que el gobierno pondría a disposición 36 billones de wones (US$ 29.000 millones) en préstamos baratos disponibles para exportadores golpeados por el coronavirus. Moon añadió que se implementarán nuevas medidas con un valor de 17,7 billones de wones (US$ 14.000 millones) para impulsar el consumo y respaldar la demanda interna.
El Banco de Corea recortó las tasas de interés en 50 puntos básicos hasta llegar a 0,75% el pasado 16 de marzo.
El Congreso de Brasil está listo para aprobar un "presupuesto de guerra" para combatir la crisis, que no estará sujeto a las reglas fiscales habituales. El gobierno espera que el aumento de gasto aumente su déficit presupuestario de este año a 600.000 millones de reales (US$ 113.000 millones), o el 8% del PIB.
El total de las medidas fiscales podrían llegar a 1 billón de reales (US$ 190.000 millones), de acuerdo al ministro de Economía, Paulo Guedes, que corresponde a alrededor del 15% del PIB de Brasil. Esto incluye transferencias directas, medidas para compensar a trabajadores y empresas, y transferencias a autoridades locales. El Congreso está próximo a aprobar un presupuesto para el estado de emergencia que estará exento de las reglas fiscales normales, que podría ser de alrededor de 600.000 millones de reales (US$ 113.000 millones). Muchas de estas medidas se han prometido, pero aún no han sido oficialmente aprobadas por el Congreso.
El Banco Central redujo su tasa de interés de referencia Selic a un mínimo histórico de 3,75%, y dejó la puerta abierta a nuevas reducciones. También está a la espera de la aprobación del Congreso para tener poderes de emergencia para comprar activos financieros del sector público y privado, esencialmente para iniciar su versión de flexibilización cuantitativa. No hay cifras aún sobre cuánto gastará el Banco Central.
El Banco Central se comprometió a liberar hasta 1,2 billones de reales (US$ 230.000 millones) de liquidez en el sistema bancario a través de préstamos, garantías y requisitos de reserva más flexibles.
Alemania acordó un paquete de rescate financiado a través de deuda con un valor de 156.000 millones de euros, además de 600.000 millones de euros adicionales en garantías de préstamos y otras ayudas estatales.
Las medidas aprobadas el 25 de marzo, por un valor de 156.000 millones de euros, incluyen pagos de hasta 50.000 millones de euros para trabajadores autónomos y pequeñas empresas, y gastos adicionales por más de 12.000 millones de euros para adquirir equipamiento de protección médico. Este paquete también incluye 100.000 millones de euros para un fondo de estabilidad económica, que puede tomar participaciones directas de capital en empresas, y 100.000 millones de euros en crédito al banco de desarrollo del sector público KfW, para la concesión de préstamos a empresas en dificultades.
El fondo de estabilidad también ofrecerá 400.000 millones de euros en garantías de préstamos dirigidos a la deuda corporativa en riesgo de incumplimiento. El gobierno también está preparando un paquete de estímulo económico post-crisis, con medidas para impulsar la economía una vez que el virus esté contenido.
Las medidas de estímulo de Australia incluyen el aumento de beneficios para desempleados y atraer a empresas para que retengan a su personal durante la pandemia, al compensar el costo de sus salarios.
En total son 66.100 millones de dólares australianos (US$ 43.000 millones), además de pagos adicionales de asistencia social. Un total de 17.600 millones de dólares australianos (US$ 11.400 millones) para pequeñas empresas, pensionados y otros; y 130.000 millones de dólares australianos (US$ 84.500 millones) para subsidiar los salarios de alrededor de 6 millones de personas.
El Banco de la Reserva de Australia recortó las tasas en dos etapas (25 puntos básicos el 3 de marzo y 25 puntos básicos el 19 de marzo), llevando la tasa de efectivo a 0,25%. Además introdujo el primer uso de flexibilización cuantitativa, estableciendo un objetivo de alrededor de 0,25% para el rendimiento de los bonos.
Una facilidad de financiamiento de 90.000 millones de dólares australianos (US$ 56.000 millones) para bancos a una tasa fija de 0,25%; un programa de compra de 15.000 millones de dólares australianos (US$ 9.750 millones) de valores respaldados por hipotecas residenciales y otros activos; un programa de ayuda de 715 millones de dólares australianos (US$ 646 millones) en beneficio de las aerolíneas.
El gobierno británico, ante lo que algunos pronósticos indican que podría ser su mayor caída del PIB en 3000 años, se ha apresurado a tomar una serie de medidas que suavicen el golpe. El Banco de Inglaterra también ha intervenido con acciones de emergencia.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Reino Unido ha estimado que las medidas fiscales de emergencia del gobierno, incluyendo el pago del 80% del salario de los trabajadores despedidos, un alza en el gasto por asistencia social, recortes de impuestos y subvenciones para pequeñas empresas, costará alrededor de unos 104.000 millones de libras (US$ 127.700 millones). El gobierno también ha anunciado que asegurará préstamos con garantía estatal por 330.000 millones de libras (US$ 405.000 millones).
El Banco de Inglaterra redujo las tasas de interés en dos reuniones de emergencia el 11 de marzo (50 puntos básicos) y el 19 de marzo (15 puntos básicos), llevando la tasa a su nivel más bajo: 0,10%. Además anunció un aumento récord de 200.000 millones de libras (US$ 245.000 millones) en su compra de bonos.
El Banco de Inglaterra introdujo un nuevo programa de crédito barato y redujo un amortiguador de capital para ayudar a los bancos a prestar dinero. En una medida que apunta a la facilidad de financiamiento corporativo, el banco comprará papel comercial con un vencimiento de hasta 12 meses a empresas que tenían una calificación crediticia de grado de inversión anterior a la crisis. El banco dijo el 2 de abril que duplicará el tamaño de su programa de compra de bonos corporativos a al menos 20.000 millones de libras (US$ 24.500 millones).
Francia aprobó un paquete ante la crisis de unos 110.000 millones de euros, además de 300.000 millones de euros adicionales en garantías de préstamos.
El 15 de abril, las autoridades aprobaron un paquete de 110.000 millones de euros compuesto por impuestos diferidos, permisos subsidiadios por el estado y ayuda directa para las empresas más golpeadas. A ello se suman los 300.000 millones de euros de préstamos a empresas desde instituciones bancarias, que recibieron garantía estatal el 16 de marzo.
Canadá está desplegando un paquete de medidas fiscales por un valor cercano a los 300.000 millones de dólares canadienses (US$ 214.000 millones), que apunta a ayudar a personas y empresas a sobrevellar la pandemia por coronavirus. El Banco de Canadá, en tanto, ha reducido las tasas de interés casi a cero y lanzó su primer programa en la historia de flexibilización cuantitativa.
Ottawa está gastando casi 150.000 millones de dólares canadienses (US$ 107.000 millones) en ayuda directa a familias y empresas, incluyendo subsidios salariales y apoyo temporal a los ingresos de los trabajadores que han perdido sus empleos. También se ha diferido los pagos de impuestos por 85.000 millones de dólares canadienses (US$ 60.600) y proporciona cerca de 70.000 millones de dólares canadienses (US$ 50.000 millones) en medidas de apoyo crediticio.
El Banco de Canadá rebajó su tasa de interés de referencia en 150 puntos básicos en marzo, igualando su récord más bajo de 0,25%. El banco central también ha comenzado su primer programa de compra de activos a gran escala, adquiriendo semanalmente al menos 5.000 millones de dólares canadienses (US$ 3.570 millones) en valores del Gobierno de Canadá, junto con otros activos.
El Banco de Canadá está desplegando una amplia gama de programas para garantizar que los mercados financieros funcionen correctamente. Esto incluye la compra semanal de al menos 5.000 millones de dólares canadienses (US$ 3.570 millones) de valores del Gobierno de Canadá, así como planes para comprar hasta 50.000 millones de dólares canadienses (US$ 35.600 millones) de bonos corporativos. Las medidas también incluyen la compra de Bonos Hipotecarios de Canadá; plazos más largos, incremento en la frecuencia y garantías ampliadas para las operaciones de repos a plazo; compras de aceptaciones bancarias; compras de valores de mercado monetario emitidos por provincias; y compras de papel comercial. Por separado, el gobierno federal está comprando hasta 150.000 millones de dólares canadienses (US$ 107.000 millones) en fondos hipotecarios asegurados.
Italia aprobó 20.400 millones de euros como estímulo en marzo y se ha comprometido con otro paquete de 55.000 millones de euros este mes. También ha ofrecido 740.000 millones de euros en garantías crediticias y una moratoria para las deudas de las empresas.
Un decreto de emergencia el 16 de marzo valorado en 20.000 millones de euros, suspende el pago de préstamos e hipotecas, tanto para empresas como familias, e incrementa los fondos para ayudar a las empresas para pagar a los trabajadores despedidos temporalmente. Además, el 28 de marzo se anunciaron 400 millones de euros en directa ayuda a las familias más pobres.
El gobierno se ha comprometido a un nuevo decreto en mayo valorado en 55.000 millones de euros, que se espera incluya más beneficios de asistencia social para los desempleados y para quienes temporalmente fueron enviados a casa, y efectivo en la forma de subvenciones para las pequeñas empresas que tuvieron que cerrar durante el aislamiento.
Descrito como "sin precedentes" por el gobierno, España anunció el 17 de marzo un paquete económico de 200.000 millones de euros, que ha sido acompañado por medidas fiscales para paliar el impacto económico en uno de los países más afectados por el coronavirus.
España anunció el 17 de marzo un paquete de 200.000 millones de euros, cerca de la mitad del cual saldría de empresas privadas. El paquete, que corresponde al 20% del PIB de España, ha sido acompañado por medidas fiscales de unos 32.000 millones de euros para enfrentar los efectos económicos del coronavirus.
La respuesta del gobierno indio ha sido calibrada y gradual. El gobierno hasta ahora ha anunciado un paquete de 1,7 billones de rupias (US$ 23.000 millones) para los más pobres, mientras las industrias pequeñas y grandes han quedado a la espera de nuevos anuncios que los ayuden a sobrepasar la crisis. El aislamiento de 40 días ha derrumbado industrias de servicios, como la aviación o el turismo. El banco central indio instituyó un recorte de 75 puntos básicos a la tasa de recompra y billones de rupias en medidas de liquidez.
El gobierno federal anunció el 26 de marzo un plan de estímulo de 1,7 billones de rupias (US$ 23.000 millones), que proporciona transferencias directas de efectivo y medidas de seguridad alimentaria, para ayudar particularmente a los más pobres durante el aislamiento.
El Banco de la Reserva de la India redujo su tasa de referencia en 75 puntos básicos, hasta llegar a 4,40% el 27 de marzo.
El banco central indio ha tomado ha tomado varias medidas de infusión de liquidez y ha agregado 5,24 billones de rupias (US$ 700.000 millones) en liquidez fresca para el sistema financiero del país, con el objeto de combatir la crisis por el coronavirus.
