SANTIAGO.- "El covid-19 hundirá a la economía global en su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial (1945) y la primera vez desde 1870 que tantas economías experimentarían una disminución del PIB". Así introduce el Banco Mundial el escenario de este 2020 en su informe de Perspectivas Económicas Mundiales recién publicado.
Así, explica que "el impacto súbito y generalizado de la pandemia del coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron para contenerla han ocasionado una drástica contracción de la economía mundial, que, según las previsiones del Banco Mundial, se reducirá un 5,2% este año".
Frente a las graves distorsiones de la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, la entidad prevé que la actividad económica de las economías avanzadas se contraerá un 7% en 2020. Por su parte, el BM espera que los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) se contraigan un 2,5% este año, su primera contracción como grupo en al menos 60 años.
Según las previsiones, el crecimiento mundial repuntaría un 4,2% en 2021, sin embargo, "las perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de que la situación empeore, por ejemplo, la posibilidad de que la pandemia se prolongue por más tiempo, de que ocurran agitaciones financieras o de que se produzca un repliegue del comercio internacional y las relaciones de suministro", expone el banco.
-4,3% es la contracción que el Banco Mundial proyecta para la economía chilena en 2020
En esa hipótesis, "la economía mundial podría contraerse hasta un 8% este año, para recuperarse apenas por encima de un 1% en 2021, en tanto que el producto de los MEED disminuiría casi un 5 % este año".
Por zonas, el BM pronostica una contracción de 6,1% para el PIB de EE.UU. y el de Japón este 2020, mientras que en la Zona Euro estima que el producto caerá 9,1%. En cuanto a la perspectiva regional para América Latina y el Caribe, se anticipa un desplome de 7,2% de la economía, ubicándose como la zona más golpeada por la pandemia.
Perspectivas América Latina y Chile
"Las condiciones económicas en América Latina y el Caribe han empeorado drásticamente a medida que toda la región se ha visto afectada por la pandemia. Los recientes brotes en la región se han propagado con rapidez, y el impacto económico provocado por el cierre de los negocios y las restricciones para circular a nivel nacional ha sido abrupto y grave", dice el BM.
En particular, el informe destaca que "la abrupta desaceleración económica en Estados Unidos y China ha alterado las cadenas de suministro de México y Brasil y provocado una fuerte caída en las exportaciones de economías productoras de productos básicos, como Chile y Perú".
"Las perspectivas dan mucho que pensar, ya que es probable que la crisis deje cicatrices difíciles de borrar y que plantee complejos desafíos mundiales”, señaló (...). La comunidad mundial debe unirse para lograr una recuperación lo más sólida posible e impedir que más personas caigan en la pobreza y el desempleo"
Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial
Así, ante "una contracción de 7,2% que constituirá una recesión mucho más profunda que las causadas por la crisis financiera mundial de 2009-09 y la crisis de la deuda latinoamericana de la década de 1980", la entidad anticipa una caída de 8% del PIB de Brasil, de 7,3% para Argentina, de 12% para Perú, de 5,9% para Bolivia, de 4,9% para Colombia y de 4,3% para Chile.
Entre los países menos afectados de la región, destacan Uruguay (-3,7%), Paraguay (-2,8%), Panamá (-2%), Guatemala (-3%) y Costa Rica (-3,3%). De todas formas, de los 26 países que considera el Banco Mundial para la región, ninguno se expandirá en 2020.
Respecto a las previsiones para 2021, el organismo proyecta una recuperación de 2,2% para Brasil, de 2,1% para Argentina, de 7% para Perú, de 2,2% para Bolivia, de 3,6% para Colombia y de 3,1% para Chile.
Los riesgos para la región
En cuanto a los riesgos que distingue el banco en la región, destaca el que hace referencia a un rebrote del virus, el cual "podría tener un efecto de derrame" que "generaría presión sobre los sistemas de salud y sería devastador para los países cuya capacidad de atención médica es limitada".
Por otro lado, el documento aborda que "la informalidad generalizada limitará el alcance de los esfuerzos de asistencia social destinados a morigerar el impacto económico de la pandemia. Los recientes avances de la región en cuanto al alivio de la pobreza y de la desigualdad podrían estar en riesgo".
Según el informe del Banco Mundial, la disminución prevista en los ingresos per cápita, de un 3,6%, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.
"Los efectos negativos sobre el ingreso podrían reactivar la ola de malestar social del año pasado" y "el mayor nivel de endeudamiento de los Gobiernos en 2020 aumentará la vulnerabilidad a la presión del sector financiero y podría causar problemas en el servicio de la deuda debido al alza de las tasas de interés durante una recuperación, al tiempo que la escasez de flujo de efectivo podría someter a los balances de las empresas a una presión considerable".
Asimismo, recalca que "es posible que se tarde en recuperar la demanda de los clientes de servicios de turismo, personales y de entretenimiento incluso después de que la pandemia haya desaparecido".
