Preocupantes fueron los resultados para la Región Metropolitana que arrojó este miércoles el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2020, confeccionado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
El índice anual cumplió 10 años desde su primera versión, por ello, el análisis se centró en la evolución de las 99 comunas del país con más de 50.000 habitantes que conforman el estudio -las que representan casi el 80% de la población del país- en esta década, y si bien las conclusiones fueron, en general, positivas, la tendencia en la capital fue distinta.
Según explicó Arturo Orellana, académico de la U. Católica y director del proyecto ICVU, este índice mide seis dimensiones según comuna: vivienda y entorno, salud y medio ambiente, condiciones culturales, ambiente de negocios, condiciones laborales y conectividad y movilidad. Con ello, cada zona es calificada con nivel alto, medio alto, medio bajo y bajo.
Asimismo, cada comuna, según su nivel de desarrollo urbano, entra en cuatro posibles categorías: ciudades intermedias, áreas metropolitanas emergentes, áreas metropolitanas consolidadas, mientras que las comunas que conforman la Región Metropolitana son analizadas de forma separada.
Así, de las 99 comunas estudiadas, 30 registraron importantes avances en su calidad de vida urbana, casi todas pertenecientes a las tres primeras categorías mencionadas. Sin embargo, explicó Orellana, "en el caso específico de la Región Metropolitana, donde pudimos evaluar la calidad de vida urbana y evolución en 42 comunas -en donde vive el 49% de la población total del país-, los resultados son un poco distintos".
La mayoría de las comunas capitalinas, 25 en total, mantuvo su calidad de vida urbana en estos 10 años, y solo siete presentaron avances en esta materia: San Miguel, Macul, Peñalolén, Estación Central, La Cisterna, San Joaquín e Independencia.
De hecho, fueron más las comunas que retrocedieron en este índice, diez en total, e incluso lideraron los principales retrocesos a nivel país. Se trata de Puente Alto, Maipú, Colina, Lampa, Pudahuel, Recoleta, Paine, Cerrillos, Talagante y Renca. Con esto, la población que vive en comunas de la Región Metropolitana con bajo nivel de calidad de vida urbana aumentó de 30% en 2011 a 42% en la actualidad.
"Las dimensiones que explican esta brecha, con un peso significativo, es vivienda y entorno, y probablemente esto está asociado a las condiciones del barrio, temas de seguridad, temas relacionados con áreas verdes, temas que tienen que ver con hacinamientos, temas que tienen que ver con la capacidad muchas veces de los municipios de poder atender las necesidades de desarrollo urbano que la población requiere para poder vivir en una gran ciudad con estándares más o menos parecidos. Ambientes de negocios también incluso tiende a empeorar", señaló Orellana.
42%dela población en la RM vive en comunas con bajo nivel de calidad de vida urbana.
Por lo tanto, subrayó que, en el caso de la Región Metropolitana, " si bien en algunas comunas se observan avances, los cierto que en general hay un mayor retroceso, sumado a un aumento de la población que vive en comunas en nivel de calidad de vida bajo".
Otras zonas del país
Respecto a la evolución de las comunas emplazadas en "ciudades intermedias", que se caracterizan por tener menos de 250 mil habitantes y en las que se concentra el 18% de la población evaluada por el ICVU, 13 de 26 territorios aumentaron su calidad de vida urbana, destacándose el caso de Punta Arenas, Valdivia, Calama, Los Andes y Coyhaique. Mientras que solo una ciudad empeoró: Constitución.
En cuanto a las "áreas metropolitanas emergentes", 11 de las 16 comunas evaluadas mantuvieron su calidad de vida y cinco mejoraron: Puerto Varas, Talca, Rancagua, Chillán y Chillán Viejo.
Un comportamiento similar tuvieron las "áreas metropolitanas consolidadas", que reúnen a 15 comunas que conforman el Gran Valparaíso y el Gran Concepción, concentrando el 14% de la población. De estas, cinco mejoraron su calidad de vida urbana, mientras que tres retrocedieron. Villa Alemana, Limache, San Pedro de la Paz, Hualpén y Coronel destacaron por sus avances.
"El balance de estos 10 años entre este tipo de ciudades es que un 50% de las comunas que conforman las ciudades intermedias mejora, las áreas metropolitanas emergentes, como Puerto Montt, Puerto Varas, Talca, La Serena, Coquimbo, Iquique, Alto Hospicio, tienden a mejorar también en forma importante, un 31%. Incluso en las áreas metropolitanas consolidadas, hay un tercio de comunas que también mejora, mientras que las comunas que mejoran a nivel de Región Metropolitana son prácticamente solo un 17%, y las que empeoran son mucho más", señaló Orellana.
Financiamiento municipal
Sobre qué se puede hacer para disminuir la desigualdad en calidad de vida urbana, el académico comentó que un aspecto clave dice relación con la capacidad y financiamiento de los municipios. "Por ejemplo, en el caso extremo de La Pintana, casi el 98% de las viviendas no paga contribuciones, y eso merma en forma significativa los recursos que tiene el municipio para poder atender temas de desarrollo urbano. Y obviamente en comunas como Vitacura, Las Condes o Providencia, prácticamente la totalidad de las viviendas paga contribuciones y eso impacta positivamente en el financiamiento municipal".
En ese sentido, en caso del ítem de ambiente de negocios, acotó que "la relación es inversa en la medida que las comunas dependen más del fondo común municipal, significa que tienen menos capacidad de atraer inversión privada y tener recursos a partir de un porcentaje de las patentes comerciales, permisos de edificación, entre otros (...). Si tengo menos recursos en ingresos propios, voy a ser más beneficiado por el fondo común municipal, pero no es suficiente para compensar".
"Las comunas que dependen muy poco del fondo común municipal, suelen ser comunas que tienen un nivel de calidad de vida urbana muy alto, mientras que las que tienen más dependencia suelen ser las que tienen nivel de calidad de vida urbana medio bajo o bajo", recalcó.
