Salvo contadas excepciones, ocho para ser exactos, la cotización del dólar en el mercado local cerró por debajo del nivel de los $700 durante el primer semestre de este año y sin lograr descender más allá de los $690.
Todo esto en un escenario en el cual el cobre, la incertidumbre política en el plano nacional, el impacto que genera la presencia del covid-19, y la política monetaria expansiva que mantiene Estados Unidos,
producen un choque de fuerzas que impide definir una tendencia clara para los movimientos de la divisa.
En efecto, conforme al análisis de Ricardo Bustamante, jefe de estudios Trading de Capitaria, en estos momentos son cuatro los factores que hacen sacudir divisa y que podrían alterar sus proyecciones a futuro. Por un lado, los mayores índices inflacionarios durante los primeros seis meses del año en Estados Unidos, la principal economía del globo "generaron temores sobre un posible recorte anticipado en los estímulos de la Reserva Federal (Fed), siendo un nuevo catalizador alcista para el billete verde a nivel mundial".
Por ello, el banco central norteamericano ha impulsado una política monetaria expansiva, a fin de alcanzar un equilibrio entre la brecha laboral que afecta a la potencia desde la irrupción del covid-19 y el sostenido sobrecalentamiento de la economía.
No obstante, la creación de puestos de trabajo se aceleró durante el mes de junio, y según explicó Bustamante a Emol, "la Fed está preparando al mercado para una normalización monetaria, especialmente si los próximos datos acompañan dicho escenario y por la elevada inflación, lo que debiera apoyar un renovado impulso para el dólar". Es más, diversos analistas sostienen que los agentes del mercado ya están atentos a las definiciones que darán a conocer este miércoles la directiva de la entidad financiera.
Adicionalmente, cabe mencionar
el protagonismo que ha adquirido el cobre en el último tiempo, considerando el auge que ha presentado la transición hacia energías renovables, donde el metal juega un rol importante. En ese sentido, el commodity ha registrado un impulso de casi un 150% en 14 meses, y registra un avance desde una cotización menor a US$2 la libra hasta alcanzar nuevos máximos históricos, considerando que en mayo de este año superó la barrera de los US$4,8 la libra.
"La Fed está preparando al mercado para una normalización monetaria, especialmente si los próximos datos acompañan dicho escenario y por la elevada inflación, lo que debiera apoyar un renovado impulso para el dólar"
Ricardo Bustamante, de Capitaria
Pero pese a que la principal exportación chilena consiguió afirmarse en el piso de los US$4 la libra durante gran parte de este año, en las últimas semanas mostró ciertas correcciones, a medida que el entusiasmo por el cobre comenzó a diluirse, especialmente en China -principal consumidor de metales del mundo- y se hizo presente la amenaza de una mayor oferta. Aun así, el representante de Capitaria indicó que "las proyecciones siguen siendo favorables a largo plazo lo que debiera apoyar una mayor entrada de dólares el país, generando un factor bajista para el dólar frente al peso chileno".
Con todo, el fuerte repunte de la economía nacional también juega un papel importante, lo que incluso ha provocado que las estimaciones de crecimiento del mercado se acerquen a lo anticipado por el Banco Central, entidad que en su último Informe de Política Monetaria (IpoM de junio) anunció una expansión en torno al 8,5% y 9,5% para este año. Junto con lo anterior, recientemente el ministerio de Hacienda informó que incrementará la subasta de dólar, lo que presiona al a moneda estadounidense en el plano local.
"Este escenario nuevo ha impulsado al peso frente al dólar, generando debilidad en el dólar", acotó el experto, pero advirtió que "este efecto debiera ser solo transitorio, debido a que la Fed debiera seguir preparando al mercado para alzas de tasas y el cobre no debiera mostrar un impulso importante".
Ahora bien, este último aspecto va de la mano con el
sensible clima político que predomina en Chile, ad portas de que se lleve a cabo una nueva elección presidencial "lo que genera nerviosismo por la poca claridad en las encuestas y el futuro económico del país", aseguró Bustamante. A esta situación se suma el proceso constituyente en curso, que también hace disparar los niveles de incertidumbre.
Conforme a lo anterior, ante estos componentes que incentivan la volatilidad, el analista de Capitaria expuso que, en el corto plazo, el dólar "podría encontrar soporte importante cerca de $722,8 y $727,10, con un piso inferior en $713 - $715, especialmente si se genera algún repunte del cobre y se mantiene la presión por la situación interna en el país, junto con la mayor subasta de dólares por parte de Hacienda".
En tanto, con miras a futuro, Bustamante rescató que la divisa podría mostrar un mayor impulso, "en especial si confirma algún apoyo en los niveles mencionados de corto plazo. Los fundamentos que apoyarían un repunte del par de divisas se encuentran en el cambio de orientación monetaria de la Fed, lo que apoyaría un incremento del billete verde a nivel mundial, mientras que el cobre debiera mantenerse en niveles cercanos a los actuales".