Las grandes empresas de Estados Unidos empiezan a exigir a sus trabajadores la vacuna contra la covid-19, en algunos casos pasando de incentivos para inocularse a la obligatoriedad en vista del repunte de casos que amenaza con obstaculizar su reapertura.
Acuciadas por el incremento de casos de coronavirus en el país, donde ya hay unas 100.000 infecciones diarias, muchas compañías están aplicando normas de vacunación para sus empleados tras el ejemplo de la administración federal y de otras estatales y locales.
Los empleados públicos y trabajadores sanitarios de estados como Nueva York han sido los primeros en recibir requisitos de vacuna anticovid o pruebas semanales, y ahora esos mandatos llegan al sector privado, que ha evitado durante meses imponer medidas de este tipo.
Con la mitad de la población estadounidense completamente vacunada, sigue habiendo más de 90 millones de personas elegibles que no han recibido ningún pinchazo y el tiempo corre en contra con la propagación de variantes más transmisibles que podrían sortear la efectividad de los preparados disponibles.
Un experto en el tema, el ex embajador estadounidense Neil Parsan, director de la firma Parsan Cross Global Strategic Advisors y asesor en varias organizaciones internacionales, opinó en declaraciones a Efe que las órdenes "tendrán un impacto positivo en las tasas de vacunación"
"Las órdenes de vacunarse son legales, éticas y efectivas. Salvan vidas. Puede ser difícil ordenarlas federalmente, pero el sector privado puede hacerlo, ya que hay precedente", explicó Parsan, que las consideró la mejor manera de alcanzar a la gente "apática".
Más y menos estrictas
Entre las empresas más estrictas está la aerolínea United Airlines, que esta semana dio la orden a su plantilla de 67.000 trabajadores en EE.UU. de aportar pruebas de inmunización completa como muy tarde a finales de octubre, con excepciones por salud o religión.
De manera similar, la procesadora cárnica Tyson Foods, con 120.000 empleados y menos del 50% inmunizados después de meses de esfuerzo, también ha dicho a sus trabajadores que deben estar vacunados antes del 1 de noviembre como "condición de empleo".
La mayoría de las corporaciones han sido hasta ahora más flexibles y solo están requiriendo la vacuna a una parte de su plantilla, generalmente los que vayan a la oficina, y optando por los incentivos, desde bonos o días libres, algo que los expertos siguen considerando importante.