Tras la aprobación de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo (Coeva), de la Resolución de Calificación Ambiental del mega proyecto minero portuario Dominga, Andes Iron, la empresa titular de la iniciativa, defendió su compromiso "con el cuidado del patrimonio ambiental de la zona, el cual vamos a proteger y no a destruir como señalan algunas personas sin ningún sustento".
Y es que la iniciativa cuenta con opositores a su ejecución, como organizaciones ecológicas y ambientalistas, por el supuesto impacto negativo que tendría su operación en una zona de rica biodiversidad. De hecho, la votación se dio en medio de manifestaciones en contra, mientras que en la Corte Suprema aún existen recursos de casación pendientes en contra de Dominga.
Con todo, si bien este miércoles Coeva ratificó el informe, la instancia acordó que dicho veredicto está acompañado de condiciones. En ese sentido, Andes Iron reiteró que "el proyecto Dominga adicionará 56 barcos al año a una distancia de 30 kms de la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt, en circunstancias que actualmente transitan más de 2.000 buques sin restricción alguna".
"Dominga es un proyecto moderno, diseñado de acuerdo a los más exigentes estándares mundiales, considerando el mejoramiento continuo de la tecnología y sus procesos, además de la sostenibilidad como piedra angular de la empresa", añadió.
Entre las medidas que buscarán asegurar el respeto a los vecinos y al territorio de La Higuera, sector donde está emplazado la mega iniciativa, la compañía destacó:
"utilizaremos 100% de agua de mar desalinizada en todos nuestros procesos, y además compartiremos esta agua con las comunidades de la zona, las que podrán contar con un recurso que hoy lamentablemente es muy escaso en la zona, ayudando con ello a mejorar la calidad de vida de las personas".
Asimismo, y tras un proceso de diálogo de casi dos años con los habitantes de la zona, Andes Iron firmó un "acuerdo marco", y según explicó a través de un comunicado a través de este documento adquirieron "el compromiso mutuo de contribuir al desarrollo integral de la comuna mediante una parte de los beneficios que el proyecto genere, el cual Dominga compartirá con la comunidad de La Higuera Investigación y Desarrollo (I+D)".
"Crearemos un Centro de Investigación y Estudios Socio-Ambientales destinado a proteger eficazmente el medio ambiente y las relaciones entre este y la comunidad de La Higuera, además de un Centro de Rescate y Protección del Pingüino de Humboldt", añadió.
Respecto al uso de energía renovable, la firma apuntó que evaluarán "la construcción una planta fotovoltaica de 200 MW, para que la energía que necesitará el proyecto provenga desde fuentes renovables, ojalá producidas en la misma comuna o en la región".
Por otro lado, respecto a las exigencias de que exista un solo puerto – razón que además llevó al delegado presidencia, Pablo Herman, a votar en contra del estudio de impacto ambiental – el titular de Dominga sostuvo: "reiteramos nuestra disposición para que se viabilice la alternativa de que se construya un solo puerto en la comuna de La Higuera, que pueda ser una salida factible para la exportación de todos los minerales de la zona norte de la región".
"Esta mirada atiende a la vocación portuaria de la comuna, recogida en el Plan Regulador Intercomunal ("PRI") vigente, que ha definido 3 zonas aptas para la actividad portuaria en el sector. La propuesta de Dominga surge de la convicción de que compartir infraestructura con otros actores públicos y privados, en una sola zona portuaria de alto estándar medioambiental, genera innumerables beneficios al territorio y sus habitantes, facilitando el cuidado y la protección del medioambiente en el borde costero", argumenta Andes Iron.
Y cerraron con lo siguiente "creemos en un desarrollo sustentable y un futuro promisorio para los habitantes de La Higuera mediante el trabajo colaborativo de los actores relevantes de región y del país".
Las críticas
Liesbeth van der Meer, directora de Oceana, afirmó que "la conclusión es que técnicamente se rechaza y políticamente se aprueba, esta es la quinta oportunidad a un proyecto que debió haber sido rechazado tempranamente desde sus inicios, pero simplemente sigue flotando por que en Chile el cuidado del medio ambiente no es la prioridad"
En tanto, desde la Alianza de Humboldt indicaron que "es lamentable el mal uso del derecho por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental, para favorecer intereses privados y en contra del interés público".
"Mientras sabemos que vamos por un camino de no retorno por la crisis climática y ecológica, se aprueba un proyecto muy dañino. Mal por Chile, pero seguimos esperando que resuelva la Corte Suprema en derecho y anule esta votación, junto con el fallo del Tribunal Ambiental", agregaron.