En una nueva investigación, la joven ingeniera y biotecnológa Nadac Reales Rudanac (33), descubrió un método de desintegración de metales a través de bacterias hambrientas, los microorganismos lograron “comerse” un clavo en 3 días.
Este procedimiento nace desde el corazón de la región minera chilena, Nadac Reales trabajaba en el rubro minero cuando se cuestionó qué sucedía con los desechos industriales, nos cuenta que "ahí conoció un sector que se llama patio de salvataje, es donde la minera va almacenando todas las cosas que ya no tienen uso, ahí había muchas estructuras metálicas”, En ese escenario aprendió que algunas se pueden reciclar con fundición y otras no, y otras que quedan en el olvido de la naturaleza del desierto de Atacama.
Actualmente no existe ningún método de desintegración de metales a pequeña o gran escala que sea amigable con el medio ambiente, Reales a sus 33 años, abre un universo de posibilidades con sus estudios. Rudanac Biotec, es su empresa y laboratorio de biotecnología, que recientemente pasó de su casa al galpón de la maestranza Timamg, en la zona industrial La Negra de Antofagasta, a 1.100 km de Santiago. La científica asegura que las pruebas y esta investigación en una fase inicial la realizó con fondos propios, ya que su sueldo le permitió financiar las pruebas.
“Como biotecnóloga me di cuenta de que los resultados eran positivos, fue ahí que decidí seguir con la investigación. Entonces, solicité la patente nacional e internacional, y busqué después diferentes líneas de financiamiento como el fondo Semilla de CORFO, me lo adjudiqué y lo ejecuté este año, esto me permitió escalar la tecnología. Si antes usaba los clavos, ahora uso estructuras que son de 1 a 5 kg ”, cuenta.
Hoy en día, Rudanac Biotec con su equipo de multidisciplinarios, están en busca de negociaciones con empresas para poder seguir financiando la investigación de los microorganismos “come metales” y sus posibles productos o derivados que provengan de la biodesintegración de las piezas metálicas. Reales afirma que de estas pruebas con bacterias, el producto que se genera al final posee varias aplicaciones que pueden ser comerciables y muy beneficiosas para el medio ambiente. Una de las utilidades del líquido, es la recuperación de cobre en la industria minera, una de las más importantes en Chile, se recuperaran elementos metálicos, reemplazando el proceso de granallado y también se podrá eliminar las capas oxidadas en estructuras metálicas.
“Otra aplicación, es para limpiar parrillas o estructuras metálicas que están oxidadas, la idea es venderlo como un spray que permita limpiar y pulir superficies metálicas. En el mercado ya existen este tipo de productos, pero son muy corrosivos y contaminantes por sus componentes químicos, entonces estamos brindando un producto amigable con el medio ambiente y estaríamos resolviendo otra problemática, más del diario vivir”, señalo la biotecnóloga. Es un gran avance científico, debido a que se espera que la generación anual de residuos a nivel mundial aumente sobre el 70% en los próximos 30 años, actualmente no existen tecnologías que permitan tratar de forma eficiente estos residuos industriales.
Un caso de éxito de talento joven chileno, que está siendo observado por grandes industrias nacionales como internacionales. De acuerdo a lo que señala Nadac Reales, gracias a la visibilidad y la innovación de su tecnología, “hay empresas extranjeras (Canadá y Estados Unidos) que se ha contactado con Rudanac Biotec para aplicar su método de bacterias come metales y así bioremediar suelos que están altamente contaminados con metales pesados”, afirmó.