A 11 días del balotaje presidencial y con sus equipos económicos reforzados y trabajando a toda máquina, los candidatos José Antonio Kast y Gabriel Boric han dedicado gran parte del tiempo post primera vuelta en intentar absorber distintas visiones para "moderar" sus programas y así capturar votantes de sensibilidades política ligadas más al centro, lo que será clave para quedarse con el sillón presidencial.
En esa línea, son relevantes las modificaciones que ambos aspirantes a La Moneda implementen en materia tributaria, quizás el aspecto económico en el que surgieron las principales críticas a las dos candidaturas en primera vuelta.
El primero en presentar oficialmente su nuevo programa fue Kast, quien lo lanzó ayer y cuyo costo sería de US$8 mil millones, contemplando en materia tributaria puntos como la reducción de exenciones -como el IVA a la construcción y la renta presunta-
, pero lo más relevante es que se sinceró que la potente rebaja de impuestos que proponía en un principio será progresiva y estará sujeta a la sostenibilidad fiscal y al crecimiento económico.
"Nosotros queremos bajar la carga tributaria y esa es una obligación a nuestro juicio con los emprendedores", dijo hoy Kast, sin embargo, agregó que "no han señalado que bajar diez puntos de la tasa de impuestos es mucho es tan poco tiempo. Por lo tanto, lo queremos hacer de manera escalonada (...), pero siempre hacia el mismo norte y en la medida que las condiciones se vayan dando podemos ir bajando más la tasa de tributaria tanto para las empresas como para las personas en el tema del IVA, han ido surgiendo nuevas iniciativas".
Boric, en tanto, si bien aún no ha presentado oficialmente sus propuestas en materia tributaria, según consignó El Mercurio y tras una jornada de cuatro días de trabajo, el equipo de 10 profesionales entre los que se cuentan tributaristas y especialistas en impuestos verdes, se dio cuerpo a los ajustes tributarios de Boric.
Lo principal es que se acotaría la recaudación estimada desde 8 puntos del PIB en ocho años -que era la propuesta inicial-, hasta 5 puntos del PIB, equivalente a US$15 mil millones en cuatro años, a través de una mayor gradualidad en su implementación.
También se intentaría optimizar el impuesto a los combustibles y aumentar el tributo por emisiones, además de que en 5 o 6 años se lograría una recaudación en torno a 3 puntos del PIB por el combate en contra de la elusión y evasión. Asimismo, se analizaría la desintegración del sistema tributario, cambio que estaría en "veremos".
"Se esperaba que ambos candidatos moderaran sus planteamientos y los nuevos programas fueran reflejo de las distintas visiones que han incorporado luego de la primera vuelta", comentó Juan Antonio Rivera, socio líder de Cumplimiento Tributario de EY.
Mientras que, para Álvaro Moraga, abogado tributario de Moraga & Cía, ambos dan señales "absolutamente políticas que dan cuenta del trasfondo ideológico de uno y de otro. Mientras Kast quiere bajar los impuestos para hacer de Chile un país más competitivo, Boric los quiere aumentar porque a su juicio siguen siendo bajos. Pero en ambos casos, sus propuestas sólo serán viables si el Congreso les da su aprobación, lo cual es poco probable en ambos casos".
Kast
En un análisis más detallado a las propuestas tibutarias del abanderado del Frente Social Cristiano, Rivera expuso que Kast "modera sus expectativas en la baja de impuestos y las supedita a la estabilización del balance fiscal. Sin embargo, apunta a impulsar un crecimiento económico que permita ir rebajando gradualmente los impuestos, asegurando un financiamiento estatal sano".
Tras ello, reprochó que no se hayan considerado "incentivos tributarios a la economía verde", aunque destacó "que se reforzará el actual apoyo fiscal en I+D, materia en la cual nuestro país está en deuda".
"Por otro lado, se visualizan como interesantes las ideas de incentivos tributarios a la reinserción laboral en materia carcelaria, en inclusión laboral de personas con discapacidad, y una ley de donaciones que fomente la filantropía, eliminando algunas trabas que presentan las normas vigentes", añadió.
Por su parte, Claudio Bustos, abogado tributario y socio fundador de Bustos Tax & Legal, señaló respecto al candidato republicano que "es sensato que se haya aclarado que la rebaja de impuesto a las empresas será progresiva, y condicionada a la sostenibilidad fiscal y al crecimiento económico en los próximos años. Era un tanto inverosímil pensar en una rebaja del 27% al 17% del impuesto de Primera Categoría en un año".
"Me parece también una buena medida lo que se propone respecto a eliminar la renta presunta, puesto que es un sistema tributario bastante anacrónico al día de hoy, especialmente pensando en que en la actualidad tenemos un sistema pro-pyme, que puede beneficiar a las mismas empresas que se ven favorecidas con la renta presunta", agregó.
Respecto a la eliminación del crédito por IVA a la construcción, dijo que "sería más cauto, en el sentido de introducir algún contrapeso que impida o disminuya la posibilidad de aumento de precios en las viviendas económicas, ya que, de lo contrario, la eliminación de esa franquicia podría ser regresiva. En cuanto a las contribuciones, me parece una muy buena iniciativa el eliminarlas o reducirlas para adultos mayores pensionados".
Mientras que Moraga, de Moraga & Cía., indicó que “se echa de menos que mantenga su convicción de la necesidad de reducir la carga tributaria, ya que hay que concientizar al Congreso de ello".
Además, añadió que "si bien comparto la mayoría de los puntos que señala, no estoy de acuerdo con gravar con IVA a la construcción, ya que es un impuesto que se traspasa al comprador final, que con el aumento de más de un 13% real ve aún más lejos la posibilidad de tener una casa propia (o de mejorar la actual) a la vez que ve y siente la creciente alza de los arriendos".
Boric
En cuanto a las propuestas de Boric, Moraga fue bastante crítico. "Son ideas que van contra la corriente del mundo desarrollado, y son más propias de nuestros vecinos sudamericanos".
"Es lamentable ver cómo no se entiende que más impuesto no significa más recaudación. El Gobierno de la Presidenta Bachelet aumentó el 2014 en 7 puntos el impuesto a las empresas, para recaudar US$8.300 millones de dólares, y no lo consiguió. Simplemente porque la economía, gracias a esa alza, se desaceleró, y Chile terminó creciendo a tasas del 1,6%", acotó.
Asimismo, comentó que "la tasa actual del 27% está por sobre el promedio OCDE y muy por sobre el 21% de Estados Unidos. Si en el primer mundo tengo tasas más bajas, ¿para qué invertir en un país que las tiene más altas y cuyo vecindario es sinónimo de inestabilidad?".
En tanto, Rivera, de EY, dijo respecto a los planteamientos tributarios de la carta presidencial de Apruebo Dignidad que "si bien ha recortado sus expectativas, mantiene sus ejes en un fuerte aumento de la recaudación tributaria. Lo anterior, permite anticipar que se busca asegurar recursos para financiar su programa de campaña, pero esto debe ir acompañado de propuestas en materia económica que incentiven la inversión y certezas a los privados".
Con todo, añadió que "se visualiza que la gradualidad que se incorpora al programa permite anticipar que los cambios tributarios no serán tan repentinos".
Mientras que Bustos manifestó que "la gran deficiencia del programa tributario de Boric, radica en la ausencia de medidas que promuevan el crecimiento y la inversión, así como la creación de nuevas empresas".
"Propone, como una de sus primeras medidas a implementar, el impuesto a los súper ricos, el cual será una bofetada a todos aquellos que están dispuestos a generar riqueza en el país", sostuvo, agregando que "la desintegración del sistema tributario tampoco es una buena noticia si no se explica exactamente cómo se llevará a cabo, y no se garantiza que la carga tributaria total de los dueños de empresa no excederá a las actuales, las cuales ya son elevadas y están por sobre el promedio OCDE".