"No se puede hacer protección de la naturaleza con esta pobreza franciscana", criticaron desde la Federación Nacional de Sindicatos de Conaf (Fenacic), aludiendo a los recursos que destina el Estado para la conservación de las áreas silvestres.
Más del 21% del territorio nacional está bajo alguna categoría de protección, ya sea parque nacional, reserva nacional o monumento natural, alcanzado un total de 18.620.139 hectáreas. El encargado de preservar estos ecosistemas únicos que albergan flora y fauna relevante para el país, es el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe), creado y administrado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Parques nacionales como Torres del Paine o Pan de Azúcar hay 42 a lo largo de Chile, superando las 13 millones hectáreas. Reservas nacionales como Futaleufú y Altos de Lircay se registran 46, abarcando más de cinco millones de hectáreas.
Además, monumentos naturales como la Cueva del Milodón, son 18 con un total de 34.300 hectáreas aproximadamente. Estas 106 unidades han sido reconocidas formalmente por la autoridad por su importancia para conservar la diversidad biológica y cultural.
El debate sobre los recursos públicos que se dirigen a la protección y cuidado de la naturaleza siempre ha estado sobre la mesa, sin embargo, se ha intensificado durante las últimas semanas a raíz de la huelga de los guardaparques de Conaf que se ha extendido por casi tres semanas.
Ayer, los guardaparques de la Región de Magallanes depusieron la paralización, y el ministro de Agricultura, Estaban Valenzuela, afirmó que como Gobierno se encuentran en negociaciones para que se termine con el paro en el resto del sistema de parques nacionales del país y "volver a la normalidad"-
Paro de guardaparques
Según información que entregó la Fenacic a Emol, hay 500 guardaparques en todo el país para el trabajo de conservación y mantención de las áreas silvestres. "Los sueldos paupérrimos de la mayoría de los guardaparques", gatilló las movilizaciones de los últimos días, explicó Juan José Romero, director del sindicato.
Las movilizaciones partieron el pasado 3 de noviembre, cuando el Cuerpo de Guardaparques del Parque Nacional Torres del Paine inició un paro indefinido, tras no tener respuesta positiva a sus demandas laborales por parte de la Conaf, al que rápidamente se adhirieron diferentes trabajadores de todas las regiones del país.
Tras largas negociaciones la huelga estaría llegando a si fin. Fueron 20 días donde parques y reservas estuvieron cerradas o sin vigilancia, afectando gravemente al sector del turismo. Hoteles y restoranes alertaron cancelación de reservas y pérdidas millonarias. Esta situación golpeó más fuerte a las regiones de Aysén y Magallanes donde se concentra el 80 % de las áreas silvestres.
El acuerdo entre trabajadores y Gobierno consideró una inversión de $2.900 millones que se focalizará principalmente en mejoras de remuneraciones e infraestructura.
No obstante, el director de la Fenasic insistió en que "se necesitan muchos más recursos para contratar más guardaparques permanentes y transitorios con sueldos decentes, además, aumentar recursos para el ítem de bienes y servicios, y para invertir en infraestructura".
Recursos para la conservación de áreas silvestres
Fenasic sostuvo que "el presupuesto total que el Estado está destinando a la áreas silvestres es de $19 mil millones, de los cuales $15.200 millones son gastos en personal – sueldos- y $3.400 millones en bienes y servicios - combustible, leñas, materiales de oficina, entre otros-. Todo lo mínimo para funcionar".
Según Andrés Meza, profesor en Manejo de Áreas Protegidas de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, Chile está "entre los países de sudamérica que menos invierten en la gestión de las áreas protegidas".
"La gestión de 3 categorías de áreas protegidas en el país - parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales- que depende de Conaf, cuenta con alrededor de US$1,2 /ha/año para este objetivo. Esta cifra baja a la mitad si se descuenta los recursos económicos autogenerados por el propio sistema, ya que alcanza a cifras cercanas al 50% del presupuesto total", explicó.
Asimismo, dijo que "cerca del 80% del presupuesto total se destina a los sueldos de sus funcionarios. El escaso margen restante se destina a los gastos operativos para mantener las áreas en funcionamiento. Estos datos contrastan con la valoración económica de los servicios que otorgan esta áreas a la sociedad chilena, estimados en alrededor de unos US$170/ha".
Finalmente, aseguró que "estamos bajo todos los índices. Estamos a un tercio de lo que se necesita recién para normalizar la gestión solo en Conaf. Si se suman las áreas protegidas que no están en Conaf, como Santuarios de la Naturaleza, Parques Marinos, Reservas Marinas, Áreas Protegidas de Múltiples Usos, Áreas Protegidas de Pueblos Originarios, se necesitaría un esfuerzo presupuestario aún mucho mayor".
Marcia Vásquez, académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca defendió que "la mantención de los parques es crucial desde muchos puntos de vista, en especial, desde el valor ambiental y social que ellos generan en nuestra sociedad".
"El primer valor de su mantención está relacionado con el problema del cambio climático. Se puede mitigar con la captura de gases de efecto invernadero que generan los bosques durante su período de desarrollo", agregó Vázquez.
Del mismo modo, expuso que "el efecto de conexión con la naturaleza en tiempos de postpandemia, donde la salud mental ha sido menoscabada, nos permite mirar el bosque desde un punto de vista que prepandemia no tenía ese valor. Por lo tanto, mantener y preservar los parques nacionales, considerando el valor ecosistémico, es fundamental para nuestra sobrevivencia".
Por su parte, Conaf, consultado por Emol, declinó referirse al tema.
