La junta de acreedores le dio un respiro a la salmonera Nova Austral. La firma -que estaba al borde del abismo- resolvió y logró su reorganización tras siete meses de ingresar la solicitud para aquello.
La salmonera es una compañía que prácticamente sustenta la economía en Tierra del Fuego, y según el Diario Financiero (DF) reportaba deudas por cerca de $560 millones.
De dicha cifra, US$484,6 millones corresponden a las obligaciones con sus acreedores financieros. El más grande de estos últimos es Nordic Trustee, institución europea que representa a los tenedores de bonos y actúa como agente de garantías- firma con la que los pasivos alcanzan los US$415 millones-, seguido por DNB Bank (US$69 millones) y Skretting (US$23 millones).
Por eso, esta determinación por parte de la junta de acreedores viene a darle un respiro a una firma que está sumida en esta trama que gira en torno a su reorganización judicial.
Y es que todo se remonta a la disputa judicial entre los dos grande acreedores.
Según el DF, los bonistas -grupo que incluye a un fondo británico que compró los bonos de Moneda Asset Management y el family office de los Solari Donaggio- y el banco noruego DNB, que llegó a escalar hasta tribunales europeos, protagonizó las tratativas.
Con todo, según el DF, dos asistentes a la reunió confirmaron que la última propuesta de reorganización fue aprobada con más de un 92% los votos.
En ese sentido, este acuerdo implicará modificaciones en la propiedad de la salmonera. Entre las distintas opciones a las que podrán optar, serán los distintos tipo de acreedores quienes se apropien de Nova Austral.
Así, tras eso, el fondo noruego Altor -cuyo representante, Tom Christian Jovik, actualmente enfrenta querellas penales por parte de Moneda y los Solari- saldrá de la propiedad de la firma.
Al respecto, y en una declaración, Nova Austral calificó esto como "un paso más para el proyecto que busca darle viabilidad a esta empresa, una tarea en desarrollo que esperamos se consolide a futuro para que Nova Austral siga contribuyendo a la actividad económica y a la comunidad de Porvenir, con una producción de salmón de calidad comprometida con el respeto por el medioambiente y el entorno".
Según el citado medio, la firma todavía tiene sus operaciones disminuidas por dos concesiones que fueron revocadas por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), sanciones que ha apelado a la Corte Suprema y que fueron dictadas por sobreproducciones realizadas en la administración.