Una "grave crisis" estaría ad portas de desencadenarse en los aeropuertos del país, advierten diversos gremios relacionados al turismo. Esto, ante la amenaza de una paralización indefinida que iniciarían a eso del mediodía los trabajadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Por ahora la "ralentización" -como la llaman en el sindicato de la entidad- no ha comenzado. Están a la espera de los resultados de la negociación, puntualmente, la respuesta del Gobierno a la propuesta de los trabajadores, quienes buscan que en la ley de Presupuesto 2025 que tramita el Congreso se considere la entrega un bono de reconocimiento a su labor de fiscalizadores de hasta $350 mil.
"Al momento la dirigencia de las Asociaciones de Funcionarios DGAC se encuentran sentados con el Gobierno. La ralentizacion está a firme, respaldada por las y los funcionario de la DGAC", afirmaron fuentes del sindicato a
Emol. Según señalaron las mismas, el reclamo apunta directamente al Ministerio de Hacienda, que habría desconocido la entrega de dicho bono acordada con la cartera de Defensa.
"No está considerado en el Presupuesto 2025. No se cumplió y se desconoció todo", aseguran.
La situación genera una alta preocupación entre las aerolíneas y la industria del turismo nacional, considerando que la movilización ocurrida el miércoles generó una ola de cancelaciones que afectó a más de 22 mil pasajeros. Esta vez, las consecuencias podrían ser aún más graves, dado que el paro tendrá un carácter indefinido, es decir, se podría extender durante días.
"Estamos a un par de horas de enfrentar una grave crisis en nuestros aeropuertos si no se alcanza un acuerdo. La situación es crítica: el impacto de un paro en la Aviación Civil, considerada un servicio público esencial, sería devastador", sostuvo José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional del Comercio, Servicios y Turismo.
"No solo se pondría en riesgo la seguridad aérea, lo cual es inaceptable, sino que también se generarían graves consecuencias para sectores estratégicos de nuestra economía, dañando nuestra imagen internacional y afectando directamente al turismo. Además, las pérdidas económicas serían significativas para el país. Instamos a las autoridades a actuar con urgencia para evitar este escenario", agregó.
En tanto, desde la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur) manifestaron que, de concretarse la paralización, está "dejará prácticamente aislado al país, sin conectividad aérea, y afectará a miles de pasajeros nacionales e internacionales".
"Provocará un profundo y negativo impacto, económico, social y de imagen. Por lo mismo, exigimos al Gobierno que ante la gravedad del daño que provocará esta medida de presión ilegal, no solo a la industria del turismo, sino que a todo Chile, adopte de forma inmediata las medidas necesarias para garantizar la continuidad del servicio de los aeropuertos a lo largo del país", añadió.
En ese sentido, la Asociación de Líneas Aéreas (Achila) manifestó que "lo que sigue ocurriendo en los aeropuertos del país es total y completamente inaceptable. Frente a todo a Chile, un grupo de presión que infringe la ley en forma evidente, mantiene una posición de fuerza que afecta a decenas de miles de personas, que ven afectado su derecho al libre tránsito".
Agregaron que "la situación generada en nuestros aeropuertos por la huelga de la DGAC no debe ni puede mantenerse, no solo porque es completamente ilegal, sino porque se ha impedido por la fuerza el normal funcionamiento de una infraestructura crítica que tiene una importancia estratégica para la conectividad del país".
