Con la llegada del fin de año, muchas empresas enfrentan un periodo de reflexión y ajuste. Este momento coincide con decisiones estratégicas, revisiones presupuestarias y, para muchos trabajadores, una evaluación personal y profesional. Sin embargo, este periodo también intensifica un desafío para las organizaciones: la fuga de talentos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de fuga de talentos alcanzó un 33,8% en 2023, superando la rotación registrada el año anterior. Este fenómeno, alimentado por el dinamismo del mercado laboral y la evolución de las expectativas laborales, obliga a las empresas a revisar sus prácticas y estrategias para retener a sus mejores colaboradores.
En este contexto, los expertos aseguran que las evaluaciones de desempeño se convierten en una herramienta poderosa. ¿Por qué? Porque no solo permiten medir la contribución de los trabajadores, sino también ayudan a establecer puentes para mejorar la relación entre empresa y equipo. No obstante, su efectividad depende de cómo sean diseñadas y aplicadas, un punto destacado tanto por expertos en el área como por líderes empresariales.
La evaluación como oportunidad, no como amenaza
Carolina Murua, experta laboral de LHH Recruitment Solutions -consultora de recursos humanos para la búsqueda, selección y evaluación de perfiles estratégicos, directivos y ejecutivos-, señala que las evaluaciones realizadas a fin de año pueden ser un arma de doble filo. “Si no se gestionan de forma adecuada, estos procesos pueden derivar en descontento y en un aumento de la rotación. Es importante que las empresas utilicen estos momentos para reconocer el esfuerzo y abordar las inquietudes de los trabajadores”, comentó.
“Las organizaciones tienen memoria, y muchos trabajadores asocian las evaluaciones con procedimientos injustos. Para cambiar esto, es fundamental garantizar imparcialidad y comunicar que estas herramientas están orientadas al desarrollo del colaborador”.
Luis Rosas, socio director de Wiseplan -consultora de gestión de talento humano-
Entre las estrategias recomendadas por Rosas para garantizar una percepción positiva de las evaluaciones destacan la creación de Consejos de Evaluación, la posibilidad de apelación para los colaboradores y la transparencia total en los resultados. “La clave está en demostrar que el objetivo no es medir por medir, sino identificar oportunidades de crecimiento y mejorar el desempeño”, afirmó.
De la evaluación a la acción: mejores prácticas
Las evaluaciones de desempeño, cuando se aplican correctamente, pueden transformar esta vulnerabilidad en una oportunidad para fortalecer la relación entre las empresas y sus equipos. Entre las mejores prácticas identificadas por LHH Recruitment Solutions se incluyen:
Evaluaciones 360°: Este enfoque integral considera la opinión de las jefaturas, y también de pares, subordinados y del propio colaborador. Este método ofrece una visión completa del desempeño y del impacto del trabajador en la organización.
Frecuencia ajustada: En lugar de depender exclusivamente de una evaluación anual, implementar evaluaciones trimestrales o semestrales permite identificar problemas antes de que escalen.
Planes de desarrollo de carrera: Cada evaluación debe ser parte de un programa de desarrollo claramente definido, co-construido entre colaborador y líder, con objetivos y competencias alineadas con las metas de la empresa.
“El verdadero valor de una evaluación radica en su capacidad para escuchar al colaborador, reconocer su aporte y, sobre todo, alinear sus aspiraciones con su potencial dentro de la organización”, puntualizó Murua.
Luis Rosas complementó esta idea, destacando cómo las evaluaciones pueden ser una herramienta poderosa para alinear los objetivos individuales con los de la empresa. “Cuando se gestionan correctamente, estas herramientas permiten identificar brechas de desempeño y diseñar planes específicos para abordarlas, creando un beneficio mutuo”, agregó.
Impacto en la retención de talento
Según Murua, los colaboradores mejor evaluados son frecuentemente contactados por otras organizaciones con propuestas atractivas. Frente a esto, advierte que las empresas deben prepararse para responder a estas ofertas a través de incentivos personalizados y programas de desarrollo interno.
“Muchas empresas no perciben a tiempo el impacto de la falta de reconocimiento tras una evaluación. Esto aumenta la probabilidad de que un colaborador busque nuevas oportunidades”.
Carolina Murua, experta laboral de LHH Recruitment Solutions
Por su parte, Rosas destacó cómo las nuevas tecnologías, como el análisis de datos y las plataformas digitales, están transformando las evaluaciones en procesos más dinámicos y efectivos. “La automatización e inteligencia artificial permiten obtener resultados más objetivos y en menor tiempo, facilitando la implementación de acciones inmediatas”, señaló.
La retención de talento no es solo una cuestión de cifras. Es un reflejo de cómo las empresas gestionan su capital humano. “Las organizaciones que invierten en su equipo no solo reducen la rotación, sino que también mejoran su capacidad de innovación y competitividad”, concluyó Murua.