No hay dos opiniones: el megacorte de suministro eléctrico de ayer, que afectó desde Arica y Parinacota a Los Lagos, significará un golpe para la economía en febrero. Es que el comercio dejó de atender, el rubro gastronómico se quedó sin clientes, las faenas mineras paralizaron y una serie de turnos nocturnos se cancelaron.
La magnitud del impacto, en todo caso, no pone de acuerdo a los economistas. Mientras algunos apuntan a una repercusión de 0,2% en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMACEC) otros suben la apuesta, a un 0,5%. Tampoco hay consenso en relación a si el deterioro será equivalente al de un día feriado. Unos dicen que será peor. Otros apuntan a lo contrario.
El impacto en el Imacec
Ricardo Ruiz de Viñaspre, director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Finis Terrae y ex director de SENCE es de quienes ve un impacto más acotado.
"El Banco Central -explica- señala en sus estudios que un día feriado tiene un impacto entre 0,5 y 0,2 % en el Imacec. Lo que vimos ayer tiene algo de relación. Esto debido a que las empresas dejaron de producir y vender una parte del día. Sin embargo, como el apagón no duró toda la jornada, creo que el efecto en el Imacec, hacia la baja, se encontrará más cerca del 0,2%".
Una cifra levemente más alta es la que espera ver la investigadora del OCEC UDP, Valentina Apablaza. Si bien recalca que aún existe incertidumbre para realizar la estimación, debido a que no se sabe con certeza cuántas actividades efectivamente se paralizaron, dice que podría notarse un impacto de, como mínimo, "0,3% menos en la variación anual del Imacec de febrero".
Tomás Flores, economista de LyD, en tanto, está entre los que elevan el desafío. Según explica el corte generará 0,5 puntos porcentuales de menor variación. Esto, sostiene, porque "hubo suspensiones de la mayor parte de los turnos nocturnos".
¿Peor que un día feriado?
En relación a si el efecto de la suspensión del suministro es menor, igual, o mayor a la de un día feriado sobre la economía, las diferencias en las opiniones son sustantivas.
Ruiz de Viñaspre dice que no es equivalente a un día feriado, "ya que el apagón no tuvo una duración que implicó una pérdida de toda la jornada de trabajo". "En función de esto -complementa- es que visualizo que el efecto en el Imacec del mes no será tan fuerte como un día hábil menos".
En el otro extremo está Héctor Osorio, economista y socio de PKF Chile. Explica que se debiera pensar en un equivalente a dos días productivos perdidos.
"Si bien el apagón duró medio día, los efectos que este produce no se limitan al tiempo en que no dispusimos de suministro eléctrico, también nos vemos afectados por ciertos ajustes que deben generarse en muchos ambietes. Por ejemplo, el retomar la actividad productiva en una oficina resulta relativamente fácil y relativamente rápido. Sin embargo, en una faena productiva, ya sea manufacturera o de construcción, es probable que el ajuste implica mayores restrasos", sostiene.
Para Leonardo Rivas, académico de la facultad de administración y negocios de la U. Autónoma, "un apagón generalizado no se puede considerar equivalente a un día feriado en términos económicos. Mientras que un día feriado implica una reducción planificada y previsible de la actividad, permitiendo a empresas y consumidores ajustar sus planes, un apagón genera una disrupción imprevista que causa pérdidas económicas directas y no recuperables".
Valentina Apablaza, por su parte, explica que el apagón se puede comparar con el impacto de un día feriado sobre la actividad económica, pero no es del todo similar.
"La principal diferencia -asegura- radica en la minería, dado que las faenas mineras funcionan sin interrupciones a lo largo del año, por ende, no existe un efecto negativo en la actividad minera cuando hay días feriados. En el caso de este apagón, en cambio, sí se puede esperar un impacto negativo en la actividad minera, aunque sea acotado, puesto que los antecedentes actuales indican que hubo cierto grado de paralización de las faenas hasta horas de la madrugada".
"En el caso del comercio -añade- también pueden presentarse diferencias, puesto que los días feriados suelen aumentar las ventas del comercio minorista, mientras en el caso del apagón se anticipa un impacto negativo sobre la actividad de este sector productivo, en línea con la caída de los medios de pago electrónicos y el cierre anticipado de ciertos locales que impidieron su normal funcionamiento".
Las principales industrias afectadas
Rivas explica que la minería sería uno de los sectores más afectados, debido a la paralización de operaciones en minas de cobre, lo que implica una reducción inmediata en la producción de un commodity clave para la economía chilena.
Según información de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), "un día de paralización de producción en las empresas privadas equivale a 8.730 toneladas de cobre fino, lo que representa un 60% de la producción diaria de Chile, y se traduce en US$83 millones".
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, comentó a Emol por su parte que "el corte de suministro eléctrico afectó a las faenas mineras, como a todo el país. Esta situación provocó complicaciones a nuestros colaboradores, a la administración de las faenas e implicó, como es obvio, pérdida de producción durante las horas en que no se contó con energía".
Osorio, de PKF Chile, dice que otro rubro que se verá afectado con notoriedad será el de la construcción, "no solo de edificiones o bienes habitacionales, sino que también de infraestructura.
Para Apablaza, en tanto, "el mayor impacto debiera verse a nivel de comercio, particularmente negocios de barrio y pymes que no suelen contar con generadores eléctricos para continuar su funcionamiento, a lo que se suma la caída de los medios de pagos electrónicos que limitan sus operaciones. Esto también se debiera extender hacia servicios como restaurantes y hotelería".
Esta afectación fue alarmada por la Multigremial Nacional de Emprendedores, que en un comunicado manifestó que "miles de Pymes en todo Chile se vieron obligadas a cerrar anticipadamente sus puertas, afectando horarios normales de funcionamiento de rubros clave para la economía, como comercio, gastronomía, hotelería, turismo, producción de eventos, transporte, entre muchas otras".
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) también informó que el apagón tuvo un efecto especialmente adverso en los pequeños comercios que no cuentan con equipos generadores de respaldo.
Estima que el corte de energía provocó una reducción de ventas cercana a los US$20 millones, equivalente a un 0,4% del total proyectado para febrero.
Desde la Asociación Gremial de Turismo del Centro Histórico de Santiago (TUCHS), en tanto, señalaron que "sus más de 60 socios, incluyendo hoteles y comercios del centro histórico de Santiago, sufrieron pérdidas significativas debido al prolongado corte de energía eléctrica que duró siete horas".