Los aranceles que el presidente de los EE.UU, Donald Trump, anunció el miércoles para Chile -y que llegan al 10%, aunque por ahora excluyen al cobre y la madera- tienen inquietas a las autoridades.
El mandatario estadounidense sacudió a la economía mundial al implementar barreras comerciales para todos sus socios, a lo que hoy respondió China. En este marco, Chile quedó con la tasa más baja de las anunciadas, por no tener déficit con el país norteamericano, según informó ayer el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El cómo abordar esta tarifa es lo que tiene a las autoridades trabajando. "La Comisión Administradora del TLC con EE.UU. va a reunirse nuevamente en junio próximo, y será la oportunidad para discutir a fondo todos los antecedentes", dijo Marcel al explicar algunos de los pasos que se seguirían.
Es que Chile, al tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos podría abordar con más facilidad que otros países las negociaciones que se avecinan.
Pero, ¿qué es la Comisión Administradora del TLC con EEUU y cuál es su tarea?
Las tareas
La comisión está compuesta por representantes de alto nivel de ambos gobiernos. Incluye, así, al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile y al Representante de Comercio de Estados Unidos.
Desde que se creó ha celebrado múltiples reuniones. La más reciente tuvo lugar en 2018, donde se abordaron temas clave para el fortalecimiento de la relación comercial bilateral.
Una de las funciones de esta comisión es la supervisión de la implementación del TLC. Esto quiere decir: asegurar que las disposiciones del tratado se apliquen de manera efectiva y conforme a lo acordado.
También tiene una tarea de resolución de controversias. Debe actuar como foro para discutir y solucionar posibles diferencias que puedan surgir en la interpretación o aplicación del acuerdo.
Debe, asimismo, analizar el desarrollo del comercio bilateral y considerar posibles modificaciones o actualizaciones al tratado, para adaptarse a nuevas realidades económicas.
Por último, tiene la tarea de supervisar el trabajo de diversos comités especializados encargados de áreas específicas como asuntos sanitarios y fitosanitarios, obstáculos técnicos al comercio, servicios financieros, entre otros, según información de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei).
"La primera reunión de la Comisión Administradora fue el 3 de junio de 2004 en Pucón, Chile. Fue presidida por la Ministra de Relaciones Exteriores de Chile, María Soledad Alvear, y el Representante de Comercio de Estados Unidos, Embajador Robert Zoellick", se puede leer en un documento de la Subrei.
"El 22 de julio de 2004, sesionó, en Santiago, Chile, la Primera Reunión del Consejo de Asuntos Ambientales del Tratado de Libre Comercio Chile – Estados Unidos y la Primera Reunión de la Comisión Conjunta del Acuerdo de Cooperación Ambiental entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de los Estados Unidos de América", destaca el mismo informe.
Cabe destacar que el TLC entre Chile y EE.UU entró en vigor el 1 de enero de 2004. Es decir, tiene más de 20 años.
¿Qué buscará Chile?
"Tenemos la tranquilidad de que somos un buen socio comercial con Estados Unidos como lo somos con otros países. Todas las redes que se han construido en torno a esa trayectos de varias décadas están ahí vigentes. Tenemos que usar los instrumentos que hemos ido ganado con el tiempo, es parte del valor que tienen los acuerdos de libre comercio. Tenemos una base y un capital e institucionalidad que nos ayuda a enfrentar con mayor serenidad este escenario y al mismo tiempo para poder actuar con inteligencia durante los próximos meses", manifestó ayer el titular de Hacienda respecto a la institucionalidad del TLC que le permite abordar estas diferencias con Estados Unidos.
En esa instancia, detalló Marcel, Chile reclamará la unilateralidad y la ausencia de fundamentos detrás -a su juicio- del 10% de arancel que Trump aplicó a los productos chileno. Es que consideró que el tipo de prácticas que acusó el mandatario estadounidense en contra de algunos socios a los que castigó con mayores aranceles "no hay ninguna que se aplique a Chile".
Así, según el titular de Hacienda, el arancel a Chile no tienen fundamentos y se explicaría por hecho de que "se aplicó un mínimo de 10% a quienes no tenían déficit comercial con Estados Unidos. No hay otra explicación ni fundamentación del 10% que esa".
Por su parte, el embajador de Chile en EE.UU., Juan Gabriel Valdés, respaldó la idea de no responder con aranceles a los productos de la potencia mundial y optar por el diálogo. "La idea de conversar y de mantener una relación buena como la que hemos tenido históricamente con Estados Unidos es un acuerdo nacional, supongo que no habrá nadie que esté diciendo en este momento que hay que tener una situación de polémica con Estados Unidos respecto a estos temas", dijo a radio ADN.
"Chile es un país que en realidad ha sufrido un 10% de carga de arancel, pero la verdad como bien ha dicho el ministro de hacienda y hay otros analistas que lo han dicho, esto no es comparable con los cargos que le están haciendo a la Unión Europea o algunos otros países, como China u otro muy pobres", agregó.
Compleja negociación
De esta forma, Chile se unió a la reacción inicial de algunos países para eliminar las tarifas antes de fijar sobretasas en represalia. El problema, dicen algunos analistas, es que no está claro qué debe negociar Chile para eliminar ese 10%. "El país no impone aranceles relevantes a productos estadounidenses, y tiene un TLC con EE.UU. que ha sido históricamente beneficioso para ambos", señaló a El Mercurio Carl Meacham, ex asesor del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en Estados Unidos.
Dicho eso, sostuvo que "Chile podría negociar una exclusión permanente del arancel base o buscar una exención estratégica vinculada al rol del cobre en la seguridad industrial de EE.UU.".
José Miguel Sánchez, decano de la facultad de Economía y Administración UC, dijo al mismo medio que es difícil entrar en una negociación con Estados Unidos. "Desconocer un acuerdo como un Tratado de Libre Comercio, firmado entre dos países, lo encuentro muy grave, por lo que implica cualquier negociación futura. ¿Qué garantías tendremos de que cualquier acuerdo que se alcance no sea desconocido más adelante, cuando la contraparte estime que se debe hacer otra cosa?".
Por otro lado, cree que "es muy complejo negociar basado en cosas que no son reales". Pese a que Estados Unidos ha dicho que los aranceles son "recíprocos", Chile no cobra sobretasas. "También se dijo que se aplicarían aranceles a los países que tuvieran un superávit comercial con EE.UU., pero tampoco es nuestro caso".
Pistas sobre lo que Estados Unidos podría buscar de Chile las ofrece un informe anual publicado en Estados Unidos dos días antes del anuncio arancelario de Trump, titulado "La Estimación Nacional de Comercio" -el cual el mandatario estadounidense calificó de "perturbador"-, que apunta a una serie de "barreras" que aplicarían a EE.UU. una decena de socios comerciales, entre ellos Chile.
Allí se alude que Chile no estaría cumplimiento correctamente la protección de propiedad intelectual estadounidense que obliga el TLC. También se expone su preocupación por la licitación de stock de afiliados contenida reforma al sistema de pensiones recientemente aprobada en territorio nacional, dado que en la industria previsional chilena participan empresas de EE.UU. Asimismo, el documento da cuenta de reparos a la recientemente promulgada Ley de Protección de Datos en Chile.