Aunque la intención de emprender va en alza, con un 87% en Chile dispuesto a iniciar un negocio en el futuro, la cantidad de personas que efectivamente mantiene un emprendimiento cayó a 25%, dos puntos menos que en enero de este año, según los resultados de la Décima Encuesta Ecosistema Emprendedor, realizada por la Universidad Gabriela Mistral (UGM).
La investigación, que incluyó a más de 300 mil personas mayores de 18 años de todo Chile, revela también un incremento en la percepción negativa del entorno para emprender. El sondeo realizado en marzo de 2025 muestra que las personas creen que actualmente es más difícil tener éxito con un negocio, acceder a recursos y que, en general, el año pasado ofrecía mejores condiciones. Además, un 73% siente que el emprendimiento no es una prioridad para el gobierno.
En medio de ese panorama, la principal motivación para independizarse sigue siendo económica. La mayoría emprende por la necesidad de generar ingresos, y destaca como principal beneficio poder aprovechar sus habilidades personales.
La autogestión es otra característica relevante: más de la mitad de quienes iniciaron un negocio lo hicieron desde sus hogares y con recursos propios. Un 58% de quienes necesitaron financiamiento utilizó sus ahorros personales, y la mayoría asegura que no mantiene deudas asociadas a su emprendimiento. Aun así, la incertidumbre económica continúa siendo el mayor freno para el crecimiento.
Emprender siendo mujer: menos apoyo y más desafíos
Uno de los focos del estudio fue analizar la experiencia de las mujeres emprendedoras. El 59% de las mujeres que tiene o ha tenido un emprendimiento afirma que enfrentan más barreras que los hombres al momento de iniciar un negocio. La principal dificultad: conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares. De hecho, un 89% considera que compatibilizar la vida personal con la laboral es determinante al decidir si emprender o no.
Para muchas, esa dificultad termina afectando el desarrollo de sus proyectos. Un 35% asegura que tuvo que pausar su emprendimiento por motivos familiares y un 27% admite no contar con redes de apoyo. A esto se suma el escaso acceso a financiamiento: el 77% inició su negocio con ahorros propios o familiares y solo el 14% accedió a fondos público-privados, según estudios internos del Banco Bci.
“La cancha sigue desnivelada”, afirma María Elba Chahuán, socia fundadora de Unión Emprendedora. “Los desafíos van desde el financiamiento, que sigue privilegiando a proyectos liderados por hombres, hasta la falta de redes y la carga doméstica, especialmente para quienes emprenden fuera de Santiago”, agregó.
La decana de la Facultad de Negocios y Tecnologías de la UGM, Paula Rodríguez, coincide, agregando que “detrás de cada mujer que emprende hay una historia de equilibrio forzado entre el hogar y su proyecto. No deberíamos obligarlas a elegir entre familia y desarrollo profesional”.