SANTIAGO.- A mediados del año 2014, la periodista y rostro emblemático de la televisión de los años 90, Tati Penna, fue diagnosticada de esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que genera movilidad reducida.
Han pasado dos años desde ese momento y, por primera vez, la comunicadora decidió hablar sobre esta situación. En conversación con la revista
Sábado de El Mercurio, Penna se sinceró sobre cómo ha sido enfrentar esta compleja enfermedad.
"Tengo esclerosis múltiple, es una enfermedad de mierda. Para mí, vivirla ha sido un ejercicio de humildad feroz. Yo siempre fui una mujer independiente, pero ahora he tenido que aprender a pedir ayuda, a dejar que me acompañen a todos lados, a aceptar que las cosas se me caigan de las manos, lo que es bien terrible", señala la periodista.
La ex conductora de "Buenos Días a Todos" tiene recuerdos borrosos del momento en el que le entregaron el diagnóstico. Una de las cosas que recuerda es que su mamá llegó a verla media hora más tarde: "Cuando me llamó para decirme que me iba a ir a ver, yo no sabía si le iba a contar o no. Pero apenas la vi, la abracé y me puse a llorar. La mamá, tenga uno la edad que tenga, siempre es la mamá".
"Para mí, vivir (esta enfermedad) ha sido un ejercicio de humildad feroz. Yo siempre fui una mujer independiente, pero ahora he tenido que aprender a pedir ayuda".
Tati Penna, periodista
Posteriormente, cuando su madre se fue de la casa, se trasladó a su pieza, encendió velas, inciensos y se puso a rezar. "Invoqué a mis diosas, y dije "ayúdenme" y permítanme vivir 'un día a la vez, por favor', sin preocuparme del largo plazo".
"Yo sabía que no podía abrumarme, porque me iba a ir a la punta del cerro. Cuando uno piensa en cuánto se puede agravar esta enfermedad, es fácil terminar pensando en la posibilidad del suicidio", añade la comunicadora.
El caso de Cecilia Serrano
Para Penna la esclerosis múltiple no era algo de todo desconocido, ya que anteriomente había acompañado a su amiga y colega Cecilia Serrano en la lucha contra esta enfermedad. "Me tocó estar con ella en la época del diagnóstico, así es que cuando me dijeron que yo tenía lo mismo, ya sabía de qué se trataba", explica.
Por lo mismo, la periodista asegura que lidiar con esta situación la hace tener constantemente presente a su amiga, pese a que por recomendaciones médicas no la ve hace algún tiempo: "La Ceci está en mi pensamiento y en mi corazón, todos los días. Cada dificultad motriz o motora que tengo, siento que ella la tiene que haber tenido también. Pienso en ella siempre".
"Como cada esclerosis múltiple es distinta, mi médico me recomendó que no pensara en lo que le pasó a ella, ni tampoco viera a otra gente que tiene la enfermedad. También me dijo que no buscara información en internet. Al principio no le hice caso, y descubrí que nadie sabe mucho. Hoy leo menos y vivo más", añade Penna.
Una lección de humildad
La comunicadora, que actualmente está trabajando en el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), ha debido dejar de lado algunas actividades que antes formaban parte de su vida cotidiana. "A mí siempre me gustó escribir a mano y también en el computador, pero ahora tengo problemas, porque no siento nada. Esto es como cuando agarras un hielo y te quedan los dedos insensibilizados. Así es todo el tiempo". Además debió cambiar los libros en papel por un Kindle donde tiene 900 libros descargados.
"A lo mejor ahora tengo que pedir más ayuda. Pero eso tiene una contrapartida, que no se da en el círculo íntimo del cariño, sino en otros lugares, laborales o sociales, y en donde uno queda en desventaja (...) No quiero inspirar lástima, no hay ninguna razón por la que me tengan que tener lástima. Lo que yo pido es respeto con mi enfermedad", comenta.
Pese a las dificultades que ha debido enfrentar producto de la esclerosis múltiple, Penna asegura que todo lo vivido le ha dejado una gran lección en su vida.
"No quiero inspirar lástima, no hay ninguna razón por la que me tengan que tener lástima. Lo que yo pido es respeto con mi enfermedad".
Tati Penna, periodista
"Yo siempre me he preguntado en los momentos de dolor, hablo de las rupturas matrimoniales, las traiciones, las penas, ¿qué tenía que aprender ahí? Para mí no es 'por qué', sino 'para qué'. Y en este caso, creo que con esta enfermedad he vivido el ejercicio de humildad más potente de mi vida. Y lo acepto, lo asumo y lo bienvengo. Ese es mi mantra", sentencia.