César es interpretado nuevamente por el actor Andy Serkis.
Twentieth Century Fox
SANTIAGO.- Por más interesante y acertada que 20th Century Fox tornó la franquicia de "El planeta de los simios" en los últimos años, le ficha clave no está en sus espectaculares efectos visuales, ni en su contrataciones hollywoodenses de turno, sino en la percepción de la evolución.
De un fallido experimento médico que dotó de inteligencia a las distintas razas de simios en —lo que parece ser— todo el mundo, el grupo de monos liderado por César (Andy Serkis) se encuentra en un violento y activo enfrentamiento con entrenados militares liderados por El Coronel (Woody Harrelson).
De esta forma comienza "El planeta de los simios: La guerra" (2017), la tercera entrega de la franquicia que da un cierre correcta —y casi magistral— para la historia de César. El filme se estrena hoy en las salas locales.
En una tensa apertura, la cinta plantea la venganza como el motor de su protagonista para el enfrentamiento final. Así es como César emprende su camino para acabar con el conflicto junto a sus fieles compañeros: Maurice (Karin Konoval), Rocket (Terry Notary) y Luca (Michael Adamthwaite).
Sin embargo, este sentimiento para César lo pone en una cruzada dentro de la inocencia de los simios, pero enfrentando la peor versión de la raza humana. Y ahí es donde el filme de Matt Reeves ("Cloverfield") entrega un vuelco genial para la narración. El virus que mató a miles de personas mutó y ahora afecta a quienes fueron inmunes en su primera pasada. Este nuevo padecimiento vuelve al hombre primitivo, lo involuciona.
Finalmente de eso se trata. Con un pincelazo superficial al género bélico y de acción, la trilogía de "El planeta de los simios: La guerra" entrega una nueva visión a la "humanización", a la proyección del ser humano en el otro, a la imitación. Pero es una evolución distinta, una evolución de los simios dentro de su propia realidad como seres racionales.
Fuera del trasfondo argumental, esta cinta cumple también con ser una megaproducción hecha y derecha. Los efectos visuales vuelven a ser deslumbrantes como en su antecesora, "Confrontación"(2014) —y que le valió una nominación a los premios Oscar—, y las actuaciones detrás de la técnica de captura de movimiento sobrepasan la tecnología, con personajes como César y el divertido Simio Malo (Steve Zahn).
Cabe mencionar al antagonista de la historia, El Coronel, interpretado por un intenso Woody Harrelson ("The Messenger"); un déspota e irracional hombre que demuestra una vez más que cuando los humanos se enfrentan a su extinción se vuelven la peor especie del planeta.
